Y el morenista Muñoz Ledo se convirtió en el héroe opositor
Después de 10 horas de debate, la mayoría de Morena y sus aliados aprobaron la ampliación del mandato del actual presidente de la Corte, Arturo Zaldívar. La oposición presentó 553 reservas a la minuta aprobada en el Senado, pero fue un morenista al borde de la renuncia a ese partido, como él mismo se definió, el protagonista de la madrugada.
Después de un año de confinamiento, reapareció Porfirio Muñoz Ledo, quien era ovacionado porlaminoríacuandodesdetribuna criticaba el aval de su partido. El panistaJuanCarlosRomeroHicks y el priista Enrique Ochoa intentaban dar el debate, pero quien daba en el blanco era el morenista, por eso los 182 diputados que votaron en contra lo ovacionaban y respaldaban sus argumentos.
Sin cambiarle una sola coma, la Cámara de Diputados aprobó las siete leyes secundarias de la reforma al Poder Judicial, que en un transitorio amplía la gestión del presidente de la Corte hasta 2024.
Esta vez 16 morenistas, entre ellos Porfirio Muñoz Ledo, Sergio Mayer, Lorena Villavicencio, Alfonso Ramírez Cuéllar, Wendy Briceño, Gabriela Cuevas y Martha Patricia Ramírez, se sumaron al PRI, PAN, MC, PRD y hasta el PES contra la reforma.
“Los muertos que queréis matar, gozan de cabal salud”, enunció Muñoz Ledo al iniciar su intervención que se prolongó durante una hora y 24 minutos, pues 10 diputados opositores y una morenista le lanzaron preguntas, pero con la mira puesta en el coordinador de su fracción, Ignacio Mier.
—Nacho, Nacho, Nachooo, ¿me ibas a preguntar algo antes de contestar? (…). Te pregunto, Nacho, ¿por qué me tienen en el borde de la renuncia del partido? —increpó sin obtener respuesta.
“Aquí se está violando, se está pisoteando, además, la dignidad de las personas, lo digo a mis compañeros de partido: no somos rebaño, no somos manada, no somos cardumen, como los pececitos. Somos diputados de la nación y hemos jurado cumplir a la Constitución”, arengó.
MuñozLedoadvirtió,asimismo, que México está llegando a una bifurcación de la historia, a un momento de “no retorno” entre la democracia o el autoritarismo.
Interrogado sobre el riesgo de un retroceso autoritario en México, el diputado federal sostuvo que el país tiene una “tara” que viene de antes de la Conquista:
“Son cualidades, cavidades, grandes defectos de la misma matriz: ser centralista, ser discriminatorio y ser chicharronista. ¡Este es el país de solo mis chicharrones truenan!”, advirtió, entre el aplauso generalizado de los representantes de la oposición.
El coordinador de la bancada panista, Juan Carlos Romero Hicks, advirtió que aprobar la reforma al Poder Judicial significaría atentar contra la división de poderes y los contrapesos institucionales, generaría una crisis constitucional y sería el principio de autocracia.
Por el PRI, el diputado Enrique Ochoa calificó la prolongada sesión en San Lázaro de una “noche oscura” para el parlamento mexicano y advirtió que la ampliación del mandato de Zaldívar terminará con una acción de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte de Justicia.
“La manzana de la discordia se ha vuelto ya una manzana envenenada que pretende extender inconstitucionalmente el plazo del Consejo de la Judicatura y del titular de la Suprema Corte”, remarcó.
A nombre de Morena, la legisladora Aleida Alavez rechazó, sin embargo, esos cuestionamientos. “No es raro que la oposición venga con sus discursos ramplones de defensa a ultranza de la supremacía constitucional. ¡Por favor!, ¡por favor! Si alguien se encargó de deshacer las instituciones constitucionales fueron ustedes”, acusó.
“Aquí se está pisoteando la dignidad de las personas. Lo digo a mis compañeros: no somos rebaño”