La reducción del Estado, mito vivo durante 40 años
Opinión. El papel económico del gobierno va más allá de los déficits y la deuda; es mayor e intervencionista como nunca
Se piensa que Biden pone fin a la “era de gobierno pequeño”, una idea que se remonta a los tiempos de Reagan y Thatcher.
La creencia popular es que el presidente estadunidense Joe Biden está terminando una “era de gobierno pequeño” y del capitalismo de libre mercado sin restricciones que se remonta a Ronald Reagan y Margaret Thatcher en la década de 1980, pero esa etapa es un mito.
Desde 1980, el gasto del gobierno se ha mantenido estable, e incluso subió ligeramente como porcentaje del producto interno bruto (PIB) en Estados Unidos, Reino Unido y otras economías desarrolladas. Los déficits pasaron de ser una rareza a ser algo de rutina, en los años buenos y malos. La deuda pública de los países desarrollados se disparó, en Estados Unidos a más de 120 por ciento del PIB el año pasado. El gobierno es tan grande y más intervencionista que nunca.
En las naciones desarrolladas, los gobiernos implementaron más estímulos fiscales como una parte del PIB en cada crisis sucesiva. En Estados Unidos, el estímulo fiscal alcanzó un nuevo récord en la era posterior a la Segunda Guerra Mundial de 4 por ciento del PIB después de que estallaron las puntocom, 7 por ciento después de la crisis financiera y 13 por ciento el año pasado.
Entonces, ¿por qué prospera el mito del gobierno pequeño si estos datos no lo respaldan?
La historia por lo general se cuenta como una historia de ideas, comenzando con las desregulaciones, los recortes fiscales y otras políticas antiestado bajo los gobiernos de Ronald Reagan y Margaret Thatcher. A sus sucesores centristas, desde Tony Blair y Bill Clinton hasta Barack Obama, se les considera como seguidores de estas ortodoxias del libre mercado, que ayudaron a difundir la ideología “neoliberal” en todo el mundo. Al entretejer la gran cantidad de episodios en los que el pensamiento neoliberal dio forma a la política, los comentaristas crean una imagen de una retirada constante del gobierno.
Sin embargo, las ideas de libre mercado no redujeron el tamaño de la nave del Estado, ex
cepto por algunas privatizaciones de compañías de propiedad estatal. Gran parte de esto es solo plática. Muchos republicanos hicieron eco de la opinión de Reagan de que “el gobierno es el problema”, pero su principal solución ha sido reducir los impuestos, que pocas veces van acompañados por recortes de gastos.
Por último, la ideología del libre mercado llevó a la transformación a los antiguos estados socialistas de China, India y Europa del Este, donde el Estado ahora desempeña un papel económico mucho más pequeño que hace 40 años.
Esta realidad, que se extrae del mundo emergente, es muy posible que fomentó la idea equivocada de que los gobiernos se hacen más chicos en todas partes. Los partidarios progresistas de Joe Biden pueden elogiarlo por terminar con el gobierno pequeño, pero eso no ocurrió en Estados Unidos.
El debate sobre hacia dónde lleva la administración de Joe Biden a Estados Unidos y a todo el mundo tiene que comenzar con una clara comprensión de dónde viene.
Sus planes son descritas de forma precisa como los más radicales de cualquier presidente en décadas. Sin embargo, eso no marca un final; estas son una señal del crecimiento más reciente del gran gobierno.
*El escritor, director de estrategia global de Morgan Stanley Investment Management, es autor de