Los diez magníficos
¿De dónde sacará Morena a la mayor parte de sus candidatos? ¿De los basureros, de los reclusorios, de los foros de la televisión? Sí, de todos estos lugares y otros menos limpios
Repantigado en el mullido sillón de su amplísimo estudio, Gil acusaba cansancio y realizaba un autoanálisis. ¿Fatiga física? ¿Incapacidad para domar a los búfalos de su mente? ¿Tedio baudeleriano? Gil recordó una gran frase de Schopenhauer que leyó en un libro de Emmanuel Carrère: “La mejor manera de pensar cosas inteligentes es no pensar sandeces”. Ah, si en Palacio Nacional intentaran seguir este precepto, otro gallo nos cantara. Por cierto, ¿de dónde sacará Morena a la mayor parte de sus candidatos? ¿De los basureros, de los reclusorios, de los foros de la televisión? Sí, de todos estos lugares y otros menos limpios.
El Presidente mencionó en la mañanera a los intelectuales que le son leales al gobierno de la República y se enfrentan a las numerosas huestes de Enrique Krauze y Héctor Aguilar Camín. Oigan ustedes, rigurosas comillas: “Elena Poniatowska, Lorenzo Meyer, Enrique Galván, Fabrizio Mejía, Pedro Miguel, Damián Alcázar, los hermanos Bichir, Epigmenio Ibarra, los moneros Hernández, Helguera, el Fisgón, así como los fallecidos Carlos Monsiváis, José María Pérez Gay, Fernando del Paso, Sergio Pitol, Hugo Gutiérrez Vega”.
Pues sí han sufrido algunas bajas, eso que ni qué. Pero siempre queda la posibilidad de que vuelvan del más allá: soy Chemaaa, ¿me oyeeen? (Ruidos de cadenas). Apoyeeen a Andrés y léanmee a traveeés de Fabrizioo (viento siniestro), gran escritor original y valientee.
Espectros
El Presidente afirma que “contamos con 10 intelectuales fieles al gobierno contra 2 mil 200 (conservadores). Es un gran desequilibrio”. Gilga hizo una división y resulta que a los diez magníficos les tocan a razón de 220 neoliberales-conservadores cooptados por becas, y esto contando a los muertos que volverán del mas allá a dar la batalla. Sí va a estar cañón, pero son superhéroes: El Fisgón vale por cien; Hernández por ochenta (todavía hay clases), y Rocha por, póngale usted, 85, y Pedro Miguel ni qué decir. Además traen periódico boyante. ¡Hey, un momento! Aquí hay un problema: ¿dónde está Paco Ignacio Taibo? ¿Se trata de un simple olvido? Mucho cuidado y perdamos a Paco, Presidente.
Sí, señoras y señores, asistimos a una nueva versión de The Magnificent Seven.
Existieron dos versiones, pero no eran diez sino siete magníficos: Yul Brynner, Steve McQueen, Eli Walach, Charles Bronson, Robert Vaughn, James Coburn, Brad Dexter. Vea la versión de John Sturges, la mera buena de 1960, basada en Los Siete Samurais de Akira Kurosawa.
Y a todo esto: ¿quién tiene el poder, quién ocupa la Presidencia, quién maneja el presupuesto, quién le ordena al ejército, quién es mayoría en el Congreso, quién pone y quita y con el diablo se desquita, quién tiene radio y televisión del Estado a su servicio? Esa manía patológica de hablar como si fueran la oposición cuando están en el poder y lo tienen todo, y todo es to-do.
¿Y si estuvieran nerviosos por los resultados de las elecciones? Una voz del más allá cimbró el amplísimo estudio: “soooy Monsivaáis (cadenas que se arrastran) tengan cuidaadoo con Carmeeén, ella quieree reelegirse en el periódico hasta que le hagan su pastel de los noventa añoos. Fiiis: evítalo y si puedees mándame un Julioruelaas, acá no se puede comprar naadaa”.
Luismi
La plaza pública reclama a Gil, ¿pero cómo pasar por esta página del fondo sin mencionar el nuevo capítulo de la segunda temporada de Luis Miguel, la serie? Los compromisos de El Sol lo llevan a Viña del Mar. Allá lo esperan miles de fans. Aquí deja encargado a su hermanito con Álex, su otro hermano. Gilga les recuerda que son tres huérfanos. Luismi triunfa, pero recibe una mala noticia, su hermano Álex toma a escondidas el coche de ensueño de Luismi para llevar a su chava y se rompe la madre, destruye el auto. Drama de los grandes. A Luis Miguel no lo calienta ni el sol y pone pinto y barrido al hermano y lo corre de la casa. Este momento es de gran dramatismo, sobre todo si pensamos que el equipo de producción de El Sol trabaja en un disco pop para regresar al estrellato, pues Cristian Castro le pisa los talones. Como lo oyen.
Cuántos problemas: amores desdichados, un coche hecho trizas, un hermanito triste, solamente 90 millones de dólares en el banco, una casa en Acapulco y chicas enamoradas de él. Qué vida tan difícil.
Todo es muy raro, caracho, como diría Baltasar Gracián: “Pon un gramo de audacia en todo lo que hagas”.
Sí, señoras y señores, asistimos a una nueva versión de The Magnificent Seven