Fiscales carnales
Cuenta la leyenda que en México las fiscalías son autónomas. La realidad es que son carnales de los ejecutivos actuales o, en uno que otro caso, anteriores.
Pasa en la Fiscalía General de la República, cuyo titular le reporta al Presidente los avances de las investigaciones en curso que son de su interés. Lo hace en privado y en público también. Basta recordar que en distintas ocasiones —el caso Peña Nieto
es el más reciente—, cuando en la conferencia mañanera surge alguna pregunta judicial, el presidente Andrés Manuel López Obrador dice “yo creo que la fiscalía va a informar”, y horas más tarde se emite un boletín de prensa de la FGR con la información que el titular del Ejecutivo insinuó que debía darse a conocer.
Así pasa en casi todos los estados del país. Una excepción es Morelos, donde el fiscal permanece desde la administración anterior y a pesar de los intentos por removerlo, no lo ha logrado Cuauhtémoc Blanco.
En el resto de entidades es habitual que cada que ocurre un crimen, un ataque de la delincuencia, un feminicidio o cualquier muerte relacionada con violencia, salgan los gobernadores a decir “ya lo está investigando la fiscalía y llegaremos hasta las últimas consecuencias”.
Es tal el compadrazgo que si algo hacen mal las fiscalías y la opinión pública las critica, los gobernadores se indignan y salen a defenderlas. Hay que ver cómo reaccionan cuando se evidencia que un caso está siendo claramente mal investigado, o se viola la presunción de inocencia, o cuando se revictimiza a los afectados, o cuando hay un claro conflicto de interés.
Los periodos de los fiscales iban a ser transexenales, pero los gobernadores se las han ingeniado para removerlos o hacer que renuncien y en su lugar proponen a alguien de su confianza, a sus carnales.
El asunto es tan delicado que ningún fiscal ha sido removido por esas faltas, porque el Congreso, en los estados, y el Senado, en lo federal, no han hecho uso de esa facultad exclusiva que poseen.
Frente a la insistencia por mantener la misma estrategia de seguridad, incendien los oxxos que incendien, ¿podrían al menos garantizar la autonomía de las fiscalías que investigan los delitos que se cometen en el país?
Ocurre en la FGR y en casi todas las entidades del país