La SEP debe renacer
Las instituciones tienen una vida indeterminada y los cambios que en ellas se producen, dependiendo de su naturaleza, pueden ser muy lentos, como en el caso de las instituciones religiosas en las que loscambiospuedentardarenproducirse cientosomilesdeaños,adiferenciadelas instituciones de la ciencia que cambian de manera vertiginosa.
En el caso de la SEP, la cual es parte de la nueva institucionalidad surgida con el triunfo de la Revolución Mexicana, desdehacemuchosañosestámuerta.Huele mal y su renacimiento aún no se avizora. Sus años de gloria fueron desde su nacimiento con José Vasconcelos, hasta el segundo periodo de Jaime Torres Bodet.
Y esto importa porque sin una educación de un alto contenido científico-filosóficoqueestimuleelpensarmeditativoreflexivo–lacualnohemostenido–noes posible que se eleve el “sentido” de lo humano en los educandos en los niveles básico, medio y superior.
Y sin sentido humano la decadencia crece.
Estoesasíporquela educación amplía los horizontesqueposibilitan enfrentar las crisis que se avecinan; por eso la educación es el factor más importante para el progreso y desarrollo de cualquier país.
Digo que los años de gloria de la SEP fueron hasta Torres Bodet porque los gobiernosposrevolucionariosseencontraron con un México analfabeta, el 70.4% de la población no sabía leer ni escribir, y la SEP pudo enfrentar este problema.
No nos debe servir de consuelo saber que este mismo problema lo enfrentan otros países, tal es el caso de Argentina, en el 2015 dijo Alejando Finocchiaro, entoncesministrodeeducacióndeesepaís: “Tenemos una escuela del siglo XIX con docentes del siglo XX y alumnos del siglo XXI”. Tal es el caso de México.
Por eso importa, y mucho, debatir el perfil de la nueva titular de la SEP, profesora Leticia Ramírez Anaya.
¿Sabrá la nueva titular cuál es el temple que el mundo que está por llegar exigirá a los nuevos huéspedes de la casa de todos, en específico de México, que la escuela no está proporcionando?
Importa el perfil académico de la titular de la SEP porque si bien es cierto que la historia la hacen los pueblos, también es sumamente importante en los procesos de cambios sociales e institucionales, que tanto necesita la SEP, la finura de la participación del individuo que ayuda a hallar el rumbo, sea hombre o mujer.
Huele mal y su renacimiento aún no se avizora