A La Reina del Pacífico, “ni un centavo”: Netflix y Telemundo
Litigio. Alegan que Sandra Ávila es una figura pública y, por eso, no tiene derecho a regalías; además, exigen al IMPI desechar la demanda y argumentan que la Constitución ampara producir narcoseries
Fragmento en que las compañías alegan que videos de la mujer son públicos.
La respuesta que presentó Telemundo a la exigencia del pago de regalías.
El alegato de Netflix al proceso administrativo de la bajacaliforniana.
Netflix y Telemundo le tienen una respuesta a Sandra Ávila Beltrán: si por ellos corre, no soltarán un solo centavo por el uso de su imagen en la promoción de La Reina del Sur y no darán a conocer de qué tamaño es la fortuna que les ha generado la serie, como exige la defensa de La Reina del Pacífico.
En contestación al reclamo de Ávila Beltrán ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) exigiendo el pago de regalías por el usufructo ilegal de su imagen y la construcción del personaje de Teresa Mendoza copiando la vida de La Reina del Pacífico, ambas empresas estadunidenses unieron fuerzas y abrieron la cartera para defenderse y, sobre todo, proteger a uno de los productos televisivos más exitosos de la última década.
MILENIO obtuvo copias de las réplicas de las dos compañías de entretenimiento. De estas, se desprende que ni Netflix ni Telemundo escatimaron gastos: contrataron al megadespacho Basham, Ringe y Correa, ubicado por publicaciones especializadas entre los 10 más importantes e influyentes de México.
Y aunque en sus argumentos sostienen que la acusación de Ávila Beltrán carece de sustento jurídico, el número de manos que estarán a bordo da una idea de la importancia que le están dando al caso. En total, la firma asignó a 10 abogados y 13 pasantes para llevar el proceso.
En una defensa coordinada, dos abogados del despacho presentaron razonamientos legales prácticamente calcados que van por pedir al IMPI el desechamiento inmediato del procedimiento con el que Ávila Beltrán busca el pago de regalías por hasta 40 por ciento de lo que ha
generado La Reina del Sur en la última década.
El argumento central: por ser un personaje público y notorio, La Reina del Pacífico no tiene derecho sobre su imagen y, por ende, no puede reclamar algo
de lo que carece, mientras que una serie como La Reina del Sur debe ser vista como un ejercicio “periodístico”.
“Hay un interés público en hablar sobre una persona que es acusada de un delito que provoca
grave violencia e incontables víctimas en nuestro país, a saber el narcotráfico, y sobre el desenlace que tuvo el procedimiento judicial respectivo. Hablar de ello no es una invasión a la privacidad de la actora ni un ‘morbo’, es una cues