Libra esterlina, en su peor nivel en cerca de 40 años
Temores. La divisa opera en mínimos no vistos desde mitades de los 80 mientras Liz Truss se alista para ser primera ministra
en 20 años frente al dólar, al caer hasta 0.7 por ciento a 0.988 dólares en Londres.
Rusia sigue suministrando gas a Europa vía los gasoductos de la era soviética que atraviesan Ucrania y que han permanecido abiertos a pesar de la invasión, así como el gasoducto South Stream a través de Turquía.
Pero el suministro a través de las rutas de los gasoductos del norte, incluido el Nord Stream 1 y los gasoductos que atraviesan Ucrania, registran una caída de más de 90 por ciento entre septiembre del año pasado y hoy, de acuerdo con datos de Refinitiv.
Serhiy Makogon, director ejecutivo del operador del gasoducto ucraniano, afirmó que “no hay señales” de que Rusia tenga previsto compensar el aumento del gas natural a través de Ucrania.
Dijo que Gazprom surte 41 millones de metros cúbicos de gas al día a través de la ruta ucraniana, poco más de la mitad del máximo posible de 77 millones de metros cúbicos según su contrato.
Los volúmenes del gasoducto del sur TurkStream, que abastece principalmente a Turquía y a los países del sur de Europa, no registran una caída de la misma manera, pero son menos importantes para el suministro de las mayores economías europeas.
El aumento de los suministros procedentes de Noruega, Reino Unido y el norte de África, así como el alza de las importaciones de gas natural licuado, logran compensarenciertamedidalapérdida de suministros rusos, que antes de la crisis representaban alrededor de 40 por ciento del consumo europeo. Pero el déficit en septiembre para los países que dependen de las rutas del norte sigue en orden de 20 por ciento en comparación con el año pasado.
Laurent Ruseckas, analista de S&P Global, dijo que los flujos rusos hacia Europa ya se redujeron en más de 80 por ciento desde principios de 2021. Rusia comenzó a reducir los suministros antes de la invasión, pero hizo recortes mayores en los últimos meses después de que Occidente aplicara sanciones por la guerra.
Josep Borrell, jefe de la diplomacia de la Unión Europea, reconoció que ciertas facciones políticas del bloque querían que la Unión Europea abandonara su apoyo hacia Ucrania, presionara a Kiev a un alto el fuego y abandonara las sanciones contra Rusia para aliviar la presión económica sobre los países europeos. Además señaló que esas opiniones “no son representativas” de la posición adoptada por los Estados miembros y aseguró que existe un “apoyo claro, completo e inquebrantable de todos los gobiernos a nuestra posición”.
Olearchyk en Kiev
Analistas prevén que la moneda caiga hasta un rango de 1.05 a 1.10 dólares.
La libra se acercó ayer a su nivel más débil en décadas, en una señal de que la confianza de los inversionistas en los mercados de Reino Unido se muestra tambaleante mientras Liz Truss se prepara para tomar las riendas como primera ministra.
La libra llegó a cotizar a 1.1444 dólares, apenas por encima del mínimo que alcanzó durante la crisis del coronavirus de 2020, luego de registrar una caída de cerca de 8 por ciento en los últimos tres meses. No cotiza a niveles tan débiles de forma regular desde la década de 1980.
Elrendimientodelosbonosdel gobierno a 10 años también subió hasta 0.08 puntos porcentuales para alcanzar 3 por ciento por primera vez desde 2014, de acuerdo con Refinitiv. Los mercados de deuda europeos se desplomaron en las últimas semanas, algo que hizo que los rendimientos se disparen, pero la venta ha sido fuerte para los bonos del gobierno.
“El nuevo gobierno se encuentra en una encrucijada. Los anuncios de políticas de las siguientes semanas serán clave para determinar el riesgo de resultados macroeconómicos extremos en Reino Unido y la libra”, dijo Shreyas Gopal, estrate
ga de divisas de Deutsche Bank.
Los inversionistas se han alejado de los activos de Reino Unido por la preocupación de que la alta inflación obligue al Banco de Inglaterra a subir las tasas de interés de forma brusca, algo que puede pesar sobre las perspectivas económicas del país a largo plazo.
LospreciosalconsumidorbásicosenReinoUnidoyasubenalritmomásrápidodetodoelgrupode lasprincipaleseconomíasdelG10, de acuerdo con Deutsche Bank. El Banco de Inglaterra y muchos
analistas de la City de Londres esperanqueelpaísentreenrecesión a finales de este año.
El analista de divisas de Citi, Vasileios Gkionakis, dijo que la libra puede caer hasta un rango de 1.05 a 1.10 dólares a medida que la inflación más duradera, la erosión de las perspectivas de crecimiento y la “ausencia de colchones significativos en los hogares para capear la crisis de la energía” afecten a Reino Unido.
Los analistas se enfocan en los planes de Truss para aliviar la crisis del costo de la vida que pesa con fuerza sobre los consumidores y las empresas a medida que se acerca el invierno. La nueva primera ministra debe equilibrar la necesidad de proteger la economía de los efectos de la crisis energética y los riesgos de que una gran bonanza de gasto empeore la situación fiscal del país.
Los inversionistas en el mercado de divisas, de 6.6 millones de dólares por día, ya apuestan por nuevas caídas de la libra, de acuerdo con las operaciones en el mercado de futuros.
Los operadores no comerciales, que utilizan los derivados para apostar por las divisas y no para fines corporativos como la cobertura, tenían una posición corta neta de 29 mil 170 contratos el 30 de agosto, de acuerdo con datos de la Commodity Futures Trading Commission cotejados por Bloomberg. Sin embargo, la posicióndisminuyódesdeunmáximo de poco más de 80 mil contratos en mayo, ya que la libra registra una caída en los últimos meses.
Gopal señaló que si Truss trata de recortar los impuestos o de limitar las facturas de energía de los hogares, le costará al gobierno decenas de miles de millones de dólares, algo que puede empeorar la posición fiscal de Reino Unido. Un plan de gasto que se considerara “sin objetivos”, como un gran recortedelIVA,haráquesecorriera el riesgo de “empeorar materialmente el ya amplio déficit por cuenta corriente y exacerbar los temores de los inversionistas sobre su sostenibilidad”, dijo.
Agregó que si el banco central conduce a Reino Unido a la recesión, pero el gobierno aumenta su gasto para apuntalar la economía, puede acabar desestabilizando aún más las expectativas de inflaciónyprovocandounaacciónmás firmedelBancodeInglaterra.