Y sin embargo es inconstitucional: Monreal
sin embargo se mueve”, habría pronunciado en 1633 Galileo Galilei frente a los instrumentos de tortura exhibidos ante él por la Inquisición, cuando lo obligaron a definirse entre los dogmas religiosos y sus conclusiones científicas.
“Y sin embargo es inconstitucional”, razonó Ricardo Monreal el jueves de la semana pasada, cuando emitió su voto a propósito de adscribir a la Guardia
Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
La contradicción entre su cargo como coordinador de la fracción parlamentaria de Morena en el Senado —que lo empujaba con fuerza a acompañar el voto mayoritario de sus correligionarios— con su convicción respecto a la inconstitucionalidad de las iniciativas presidenciales, terminó resolviéndose con una abstención y un documento público donde el legislador expuso su razonamiento particular.
La reacción no se dejó esperar; al día siguiente el presidente Andrés Manuel López Obrador lo acusó de avalar “la falsedad, la hipocresía y la politiquería del conservadurismo de México”.
Desde ese momento, tan duras palabras se convirtieron en un torbellino de expresiones sinceramente ruines contra el senador, repetidas en medios y redes sociales.
Monreal respondió ayer a la embestida con un nuevo documento donde amplía las reflexiones que sustentan su convicción sobre lo que él considera como la única vía constitucional para que la Guardia Nacional se adscriba a la Sedena: reformar el artículo 21 de la Carta Magna.
No se trata de estar políticamente a favor o en contra de la Cuarta Transformación, sino de estar a favor o en contra de la Constitución.
En entrevista para A ras de Tierra (ADN40), el jueves de la semana pasada, Monreal me dijo que, a diferencia de otros tiempos, ahora estaba preparado para ir a la guerra. Bien sabía a esa hora temprana de la mañana que iba a abstenerse y también que su posición pondría en riesgo serio el futuro de su carrera política.
Zoom: no pasa desapercibido que la independencia con la que el legislador Monreal tomó esta difícil decisión mostró el camino para que las y los ministros delaCorte,queenbreveenfrentaránuna disyuntiva similar, hagan lo propio para eludir con dignidad las trampas de la política y salven a la Constitución.
A diferencia de otros tiempos, ahora estaba listo para ir a la guerra