¿Quién es tu diablo?
Hay dentro de la can ció nS ympathyfor the Devil, una de las piezas más escuchadas, coreadas y bailoteadas del rock, un mensaje oculto del calibre de la perla que esconde la ostra. Dejemos de lado la narrativa histórica, que sólo distrae. No hagamos caso ni de Jesucristo, ni de Pilatos ni de Kennedy, que no son más que figurantes alrededor del gran mensaje que canta machaco na mente MickJagger, que quizá sea el mismo diablo, y que viene inmediatamente despuésdel famoso estribillo ple a se to meet you, hope you guess my name (mucho gusto, espero que adivines mi nombre). El gran mensaje dice así: what’s puzzling you is the nature of my game, lo que de verdad te desconcierta es la naturaleza de mi juego, nos dice desafiante el diablo. ¿Y cuál es esa naturaleza? El mismo cantante nos regala, dentro de la canción, un espaciopara que reflexionemos, que senos presenta de limitado por ese contagioso¡huu-júu!,¡huu-júu!
Recordemos el pacto que hace el Doctor Faustus con el diablo: su alma a cambio de conocimiento, posesiones y placeres ilimitados, un trato que termina aniquilando al doctor que fue incapaz de ver cuál es la naturaleza de ese juego.
“Lo que tiene inclinación hacia el diablo terminara yendo al diablo”, se advierte en esa historia anónimaescritaen1587.
Pero esa naturaleza no es la incertidumbre,que es la de todos los juegos, su naturaleza es que el deslumbrante atractivo de la oferta enmascara un negocio que siempre termina mal para quien se deja deslumbrar. Quien juega con el diablo pierde, sobre todo aquellos que han sido incapaces de identificarlo, de adivinar su nombre.
La misma canción nos muestra el protocolo para el caso de que se nos aparezca el diablo: si te encuentras conmigo practica cierta cortesía (have some courtesy), y algo de compasión y de buen gusto (have some simpathy and some tas te ), porque de otra forma te vienes conmigo al infierno, dice el diablo con la voz de Jaggery nos invita podamos defender nos de él ._ a estar atentos, ano dejarnos engañarni distraernos, a identificar qué o quiénes nuestro diablo, para que