Si trabajamos por el renacimiento de la patria, debemos voltear a nuestros pueblos y sus valores
quien no sabe de dónde viene, no sabe a dónde va. Que nadie se sienta superior a otro ser; necesitamos erradicar el racismo y la discriminación. Que no existen las razas, sino las culturas.
Para una justicia sin fronteras el acceso a servicios de salud gratuitos y de calidad es fundamental. Entre las principales demandas de estos pueblos está la insuficiencia en infraestructura médica, personal de salud, equipo y medicamentos. Además de un trato digno,inclusióndeconocimientostradicionalesyunapolíticadecerorechazos.Ysobrelafragmentacióndelsistema de salud dicen: se nos niega el servicio de salud en los hospitales porque nuestra comunidad no pertenece a la misma entidad federativa.
El Modelo de Atención Integral a la Salud del programa IMSS-Bienestar —que vincula acciones médicas y preventivas con la participación de la comunidad, además de integrar conocimientos tradicionales y atención en lenguas originarias con personal bilingüe— sería la mejor respuesta a esta demanda de justicia.
Así ha ocurrido en Nayarit. Desde que arrancó IMSSBienestar se rehabilitaron quirófanos como el del hospital general mixto Jesús María del Nayar, contemplado en este Plan de Justicia, que llevaba 4 años sin realizar cirugías, además se ha reforzado la atención médica con 8 residentes y 13 especialistas cubanos: 4 cirujanos, 5 pediatras, 2 internistas, 1 ginecólogo y 1 anestesiólogo.
Mientras que en Jalisco no contamos con este programa solidario, en Durango tenemos 34 unidades rurales de salud pero todas lejanas a esta área de influencia, de modo que la población objetivo por lo regular acude al Hospital Integral La Guajolota, a cargo de la Secretaría de Salud. No obstante, su infraestructura, equipamiento y personal son insuficientes. Una de cada cinco personas de esta región carece de acceso a servicios de salud de primer nivel.
Por eso, si trabajamos por el renacimiento de la patria debemos voltear a nuestros pueblos, recuperar su valores históricos y culturales que son riqueza y una importante reserva de valores. O en una máxima obradorista: progreso sin justicia es retroceso.