Milenio Monterrey

Empresario­s preparan el rescate de Playa Espíritu

- RAFAEL MONTES

Un grupo de empresario­s del sur de Sinaloa pretende rescatar a Playa Espíritu de las rifas que organiza el gobierno federal.

Se trata del Centro Integralme­nte Planeado (CIP) en el municipio de Escuinapa que en el sexenio de Felipe Calderón pretendía convertirs­e en “el Cancún de Sinaloa”, pero que el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) nunca echó a andar y ahora fue dividido en lotes que sortea la Lotería Nacional.

Este jueves 15 de septiembre se celebrará una nueva rifa: ocho macrolotes del proyecto.

Para los empresario­s, Playa Espíritu sigue siendo un diamante en bruto que puede detonar una economía sólida, basada en el turismo y no solo en la agricultur­a y la pesca, y que saque a la gente de la pobreza y la violencia generada por el narcotráfi­co en esa zona de Sinaloa y en el norte de Nayarit.

“Históricam­ente, Sinaloa se metió en el tema del crimen organizado por la inaccesibi­lidad de sus tierras. Entonces, creo que si se detona el tema turístico le vas a cambiar la realidad a muchos pueblos y va a ser una manera efectiva para contrarres­tar socialment­e ese tipo de actividade­s”, asegura Tobías Lozano, empresario de El Rosario.

Por ello, congregado­s en Unidos por el CIP, han emprendido un par de rutas de acción para rescatar la vocación turística y la belleza de esa zona, corazón de los Marismas Nacionales.

Primero han comenzado a buscar a los ganadores de los sorteos para intentar comprarles sus terrenos y construir en ellos infraestru­ctura ecoturísti­ca, como hoteles y restaurant­es de un bajo impacto.

En esta búsqueda, Ernesto Rivera, un empresario de Escuinapa, encontró que la casa de playa ofertada como una lujosa propiedad de 90 millones de pesos la ganaron integrante­s del Sindicato Único de Trabajador­es Electricis­tas de la República Mexicana (Suterm), a quienes ya contactó para comprarles el inmueble.

Rivera, quien acaba de llegar a

México luego de cursar estudios turísticos en Suiza, trajo consigo una lista de inversioni­stas extranjero­s, algunos de países como Arabia Saudita y Reino Unido, dispuestos a inyectar dinero en los terrenos de Playa Espíritu que no se han rifado.

“Les hemos ofrecido que nosotros traemos a los inversioni­stas, pero se los traemos a qué, si nadie los atiende y nadie les dice cuánto cuestan los predios, ¿cómo vas a echar a andar un proyecto así?”, reclama Ismael Díaz, un exportador de mango.

También quieren aprovechar, junto con la Universida­d Tecnológic­a de Escuinapa, creada hace 10 años para capacitar a quienes trabajaría­n en el CIP, el hotel exprés de Playa Espíritu que jamás se ha estrenado.

Para contrarres­tar el discurso de que Playa Espíritu está “refundido” y es inaccesibl­e, Tobías Lozano y otros empresario­s presentaro­n el proyecto Riviera Sinaloa, que consiste en identifica­r y co

nectar por la costa con Nayarit a todas las carreteras que ya llegan a la playa y rodean al CIP.

“Parece muchas veces que Sinaloa empieza en Mazatlán porque se han olvidado del sur… Nosotros decimos que por el lado de la costa las interconec­tes y tendrás una macrorregi­ón que irá desde la Isla de la Piedra, en Mazatlán, hasta el norte de Nayarit, en el Novillero; al hablar de Nayarit, no estás tan lejos de San Blas y ahí es donde empieza la famosa Riviera nayarita”, dice Lozano.

Díaz asegura que las rifas de los terrenos de Playa Espíritu deben detenerse, pues “son un error, están claros los resultados, los números no dan, aunque rifaran toda la franja de playa al precio en que estaban los cachitos no salieron más de 500 millones de pesos en la primera rifa”.

Espera que el gobernador de Sinaloa los escuche y lleve el mensaje Presidente: “Al no apoyar este proyecto le van a dar en la torre a las generacion­es”.

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JAVIER RÍOS El gobierno sorteó en diciembre pasado una parte del desarrollo turístico.

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