Normalistas impunes
Gil ha notado que nadie, entre los seguidores indigestos de la detención del ex procurador Murillo, ha dicho esta boca es mía para recordar que los alumnos de la normal rural Isidro Burgos incurren con inusitada frecuencia en el delito
AMLO ha logrado lo que ningún gobierno priista: poner en primera línea a las fuerzas armadas
Repantigado en el mullido sillón del amplísimo estudio, Gilga leía sus periódicos y en ellos la noticia escandalosa de que los normalistas de Ayotzinapa estrellaron un camión robado a la Coca-Cola contra el cuartel de la 35ª zona militar de Chilpancingo. Gil ha notado que nadie, entre los seguidores indigestos de la detención del ex procurador Murillo, ha dicho esta boca es mía para recordar que los alumnos de la normal rural Isidro Burgos incurren con inusitada frecuencia en el delito. Nadie de entre los chantajistas se atreve a preguntar quién mandó a los jóvenes a delinquir el día de la matanza. Ninguna autoridad levanta cargos ni mucho menos abre carpetas de investigación. Ahora, los estudiantes de Ayotzinapa van y vienen a sus anchas por los caminos de la impunidad y tienen ideas como ésta, nada discreta, que ha consistido en hacer pintas, lanzar piedras y cohetones y estrellar un camión contra el portón de un cuartel militar en Chilpancingo. Ellos son los mismos que toman las casetas de la autopista del Sol y cobran el paso sin que se sepa a dónde va a parar el dinero que se roban.
Gamés sabe que hay quienes sostienen que roban porque son pobres, que secuestran camiones porque son pobres, que asaltan tiendas porque son pobres y que quedan impunes porque son pobres. Y si Gilga abandonara el mullido sillón y saliera a la calle y llegara a un OXXO, se robara todo cuanto pudiera y luego vandalizara el lugar, ¿qué ocurriría? Gil, Dios no lo quiera, sufriría la prisión preventiva oficiosa. Sigan permitiéndoles a los muchachos el robo y la exacción, la violencia y el linchamiento, el asalto y el secuestro de camiones.
Militares
A Gil le dan miedo los militares, para que más que la verdad. Desde hace muchos años observó a las fuerzas armadas puestas al servicio de sí mismas y no de la vida pública mexicana, puestas al servicio de un poder civil. Su naturaleza es el autoritarismo y la represión. Y que no vengan con la zarandaja de que cuidan a la patria y a los ciudadanos. A la hora de la hora reparten parejo. Pero al Presidente le parece que esas Fuerzas Armadas sirven para todo y más: la administración, la construcción, la seguridad. Liópez Obrador ha logrado lo que ningún gobierno priista, poner en primera línea a las fuerzas armadas, ni Díaz Ordaz. Tal vez a él, al Presidente, no le dé tiempo de arrepentirse, pero su alma vagará detrás de las fuerzas militares. Es que deveras. Oiga Fisgón: ya en serio ¿está usted de acuerdo? A mí que me esculquen, tengo que hacer caricaturas, grabar tres programas y adoctrinar jóvenes en la escuela de Morena, soy lo que se dice un intelectual independiente. Oh, sí.
La alocución que el general secretario pronunció el día de los Niños Héroes ha sido, según Gilga, un momento inédito: “Debemos discernir de aquellos que con comentarios tendenciosos, pretenden apartar a las fuerzas armadas de la confianza y respeto de la ciudadanía”. Gilga no recuerda una declaración explosiva como ésta de un secretario de la Defensa y menos estas palabras: “Le reiteramos, señor Presidente, que seguiremos acompañando su proyecto para que México siga en la ruta de la transformación”. Ay wey, lo nunca visto. Es decir: tengo al Ejército, ¿cómo la ven? Dicho esto sin la menor intención de un albur militarista.
Éramos unos aliados
La memoria es flaca, famélica diría Gil. Y es que el PRI, junto con el PAN y el PRD, declararon en junio pasado una “moratoria constitucional”, mediante la cual se comprometieron a oponerse a las reformas constitucionales.
A raíz de la decisión de Alejandro Moreno de negociar el mantenimiento de la Sedena en labores de seguridad pública hasta 2028, los líderes del PAN y el PRD anunciaron la suspensión de Va Por México.
Desde que la inenarrable gobernadora de Campeche, Layda Sansores, empezó a sacar los audios de Moreno, Osorio Chong y su grupo han buscado su renuncia como presidente del PRI.
Con la pena, pero la alianza ha muerto. Todo es muy raro, caracho, como diría Rousseau: “Pueblos libres, recuerden esta máxima: podemos adquirir libertad, pero nunca se recupera una vez que se pierde”_