La sonrisa de Fitzgerald
En la primera mitad y pico de los 1930, F. Scott Fitzgerald escribió cuentos que abundaban en escenarios médicos, doctores y enfermeras.
Años con su esposa Zelda interna en un hospital de Baltimore para enfermedades mentales y con el mismo Fitzgerald en necesidad de que lo internaran en sanatorios al disparársele su ingesta alcohólica. Hubo un momento extremo: un reportero del New York Evening Post logró colarse a uno de estos sanatorios a entrevistarlo; más bien a exhibirlo, incoherente, maltrecho. El crítico Lionel Trilling dijo que tal bajeza periodística en realidad enaltecía a Fitzgerald. Lo comparó con el Sansón de Milton, el héroe vulnerado, inerme entre los filisteos y exhibido para regocijo de la canalla. La “entrevista” se publicó el 25 de septiembre, 1936: un día antes Fitzgerald había cumplido 40 años. Meses atrás había escrito “The Crack-Up”, una declaración de su quebranto.
Leo (TLS, 1/9/22): el nieto de una enfermera ha revelado que su abuela cuidó a Fitzgerald. La señora Freeman (por su apellido de casada) tenía el increíble nombre de Carma Kaufman. Até cabos: esta debió ser la enfermera que dijo del escritor “era la desesperanza y la desesperanza y la desesperanza. Desesperanza de día y desesperanza de noche”. Y sin embargo sonreía y sonreía y sonreía. Voy de nuevo al libro Scott Fitzgerald (1972; rústica, 1987) de Arthur Mizener, 126 páginas con 135 ilustraciones, y corroboro: es rara la foto en que no aparezca con una sonrisa, aunque sea leve. Siempre pensé que la sonrisa de Fitzgerald era como —estaba en— el verso de Miguel Hernández: “Sonreír con la alegre tristeza del olivo”. Ahora la encuentro muy exacta en una dedicatoria de Fitzgerald a This Side of Paradise para Carma Kaufman; es el ejemplar que el nieto conserva: “Con mis mejores deseos (‘ahora derecho a la cama’) del Antiguo Insomne Fitzgerald a su antigua niñera, Mrs. Freeman”. Leo-veo aquí la sonrisa de Fitzgerald; la que tuvo y sostuvo incluso en los peores momentos de su vida.
El héroe vulnerado, inerme entre los filisteos y exhibido para regocijo de la canalla.