Entre cazadores y policías corruptos
En Nuevo León se expiden cada año más de 10 mil permisos extraordinarios de traslado de armas para la práctica de la cacería por parte de la Sede na. Sin duda es un deporte cinegético, cuya derrama económica en la región es de varios millones de pesos.
Además de las autoridades militares, intervienen el Estado y la Semarnat para autorizar los cotos cinegéticos donde pueden cazar y los estados que comprenden son Nuevo León, Co ah uila,T ama ulip as, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Chihuahua, Jalisco y Baja California.
En el caso de Nuevo León, la región norte que incluye municipios como Villaldama, Bustamante, Lampazos y Sabinas Hidalgo hasta Anáhuac, son donde se ubica la zona llamada prime, pues hay una variedad de venado cola blanca, que es la más buscada por los que se dedican a esa actividad.
La temporada de ese ejemplar, la primera semana de noviembre del 2022 está por concluir este fin de semana de febrero(2023), y por fortuna sin incidentes donde se vean involucrados cazadores. Lo cual habla de que está debidamente regulada.
Para llegar a esas zonas hay que transitar por carreteras y autopistas de poblaciones como El Carmen, Salinas Victoria, Zuazua y Ciénega de Flores, donde los policías municipales tuvieron la brillante idea de colocar retenes que han ocasionado enfrentamientos con grupos criminales.
Quiere decir que el problema son ellos, que por instrucciones de los alcaldes se dedican a extorsionar a los automovilistas, y provocan desde accidentes viales hasta desencuentros con los miembros de la delincuencia organizada.
Diría don Mario Moreno Cantinflas: “Ahí está el detalle”. Es una situación generada por su avaricia de obtener ganancias ilícitas, o por no respetar acuerdos para el libre tránsito por esas vías de acceso al norte y noreste del estado.
La pregunta es ¿por qué el Gobierno del Estado no ha puesto orden?, pues por la sencilla razón de que no le interesa meterse en un conflicto donde los propios políticos de esos municipios se han involucrado, y los dejan que se rasquen con sus propias uñas.
Si bien es cierto es una situación generada por los funcionarios corruptos de esos municipios, lo lamentable es que los ciudadanos que nada deben, muchas veces terminan pagando, y solo por eso las autoridades estatales y federales deberían intervenir.