Encuentran multiplicación de sembradíos de coca en Guerrero
La producción de hoja de coca está repuntando en México. Tan solo el año pasado el Ejército detectó y eliminó 70 plantíos de este tipo, cuando en las últimas tres décadas solo habían encontrado 11.
Estos cultivos prendieron las alertas en el gobierno federal ante lo que consideran un trabajo de experimentación de los grupos criminales más consolidado que en años anteriores. Es decir, el narco quiere apostarle a la producción de coca mexicana en la sierra de Guerrero.
Y es que de acuerdo con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), el Ejército investiga sobre la producción de esta planta en el país desde 1990, pero únicamente ha tenido resultados en cuatro años.
En 2014 se encontraron tres plantíos en Chiapas; en 2020 otro también en territorio chiapaneco. Para 2021, la producción se trasladó a Guerrero, donde se detectaron siete plantaciones y para 2022 se dispararon a 70 en la misma entidad, un crecimiento de 900 por ciento.
Los 70 cultivos destruidos por las fuerzas armadas tenían una extensión de 33 hectáreas y, según los cálculos, cada hectárea puede producir hasta siete kilogramos de coca con un valor de 12 mil 500 dólares por kilo; es decir, estos terrenos de experimentación significarían ganancias por más de 2 millones 800 mil dólares, cifra que se eleva a más de 50 millones de pesos si consideramos que
EN EL MERCADO
Valor de dólares
Sedena
Pedro Domínguez
de estas hojas se produce la cocaína después de ser sometida a diversos procesos químicos.
“Decirles a los que andan mal que ya sabemos que están ahí, en Guerrero, experimentando con el cultivo de coca, que ya estamos investigando sobre esto. Encontramos unos plantíos en Atoyac”, aseguró el presidente Andrés Manuel López Obrador en febrero del año pasado.
Pese a la advertencia del mandatario, la experimentación está más consolidada que en intentos anteriores, pues en la actual administración se han encontrado además dos laboratorios y 10 almácigos,quesonpequeñosdepósitos donde se siembran las semillas para después trasplantarlas.
Los constantes operativos de fuerzas federales y la atención en la producción de hoja de coca tampoco han logrado detener a ninguna persona en los campos.
Por tanto, lo único que puede hacer el Ejército es ubicar las hectáreas de esta droga vegetal y destruirlas con trabajo manual o incinerándolas.
“Hay que prestarle atención”
Para el analista en seguridad, Josué González, se debe atender este fenómeno con toda seriedad para no permitir que su expansión aun cuando parece que la producción de hoja de coca está en etapa experimental y además es sumamente baja.
González consideró que las células criminales están buscando llenar el vacío que dejó la producción de amapola frente a la incursión de drogas sintéticas, principalmente el fentanilo.
“Sin duda, hay que tomarlo seriamente, sí es un fenómeno que está surgiendo, es muy actual. No hay que permitir que se siga expandiendo, eso es fundamental, no porque sea poco no se le debe dar importancia.
“En México, además de drogas sintéticas, cannabis, amapola, fentanilo y otras, si se le incluye el mercado de la cocaína representará nuevos ingresos para los grupos y nuevas betas en términos de violencia”, expresó.
El especialista planteó la necesidad de que las autoridades investiguen el origen de los plantíos al señalar que el nivel del grupo delictivo que está detrás de ellos puede significar su expansión.
Y es que, según González, el riesgo es mayor si en este negocio está el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) o células de los Beltrán Leyva.