Dos historias
Para muchos la vida y obra de Michael Jackson es el perfecto soundtrack de muchos de los mejores recuerdos de nuestra vida. Para otros es una muestra de cómo el poder del dinero lo puede todo y con las nuevas sensibilidades no se puede siquiera cuestionar el derecho a seguir celebrando la música por spi misma.
Y así es como nos encontramos en esta encrucijada tan dolorosa, sobre todo, ahora que el documentalista Dan Reed (Leaving
Neverland) ha vociferado su absoluto desacuerdo respecto a la realización de la biopic Michael del director Antoine Fuqua, donde el sobrino de El rey del pop interpretará a su tío. ¿Es eso una garantía que no se tocara n los temas tan escabrosos? No del todo, pero sin duda se presta a pensar que así será. ¿Nos hace responsables a quienes la queremos ver de que no haya más consecuencias sobre las acusaciones contra Michael Jackson? No lo creo. Si bien ninguna corte condenó al cantante en su momento, la tormenta emocional que fue su vida le cobró con el precio más terrible posible, y no solo hablo de su muerte.
¿Hasta dónde se hace daño por tener dudas respecto a algo tan complejo? La verdad no está siquiera en las cortes. Lo que sí sería interesante sería ver si con la misma ventana que se abrió en California al cerrar el año pasado (la misma que logró que Gloria Trevi y Sergio Andrade se vieran demandados una vez más) aplicaría en este caso, aunque Jackson murió hace ya casi 15 años.
Sea como sea, amar esa música no es algo que se pueda apagar de un día al otro. La historia que quedará para las próximas generaciones, esa está por ver qué tan impactarás eráp orla narrativa actual. La de ambos lados y también la legal. Una que pudo tener otra oportunidad con esta excepción. En pocas palabras, la historia es una cosa viva y no necesariamente para los sobrevivientes de la misma.