España busca convertirse en el nexo entre la Unión Europea y África
La presencia del Rey en el África Subsahariana confirma la estrategia de Exteriores
El futuro de la política internacional se juega en África. Ahora que la guerra de Ucrania supone un cambio de paradigma en muchas de las relaciones, el continente negro centra la estrategia de exteriores de España y se convierte en una prioridad en la política del Ministerio. Ya lo dijo el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, el pasado lunes en el Club Siglo XXI: «De las decisiones que tomemos va a depender que diseñemos ese nuevo orden o simplemente que nos impongan un orden».
Por eso, no es casual que desde que Sánchez llegó al poder el presidente haya realizado dos giras por África y haya mandado a su jefe de la diplomacia a otras tantas por el continente, incluyendo en ella países tan novedosos como Kenia o Sudáfrica. Pero ahora el compromiso de España da un paso más con el África subsahariana con el viaje de Estado que los Reyes Don Felipe y Doña Letizia realizan desde este lunes por primera vez a esa zona del continente. Desde hoy y durante 48 horas, la jefatura del Estado estará en Angola.
«Tradicionalmente nos interesaba más el Norte de África, pero hay un cambio de paradigma en el año 2019, con la aprobación del tercer Plan África», explica Ainhoa Marín Egoscozábal, investigadora del Real Instituto Elcano, en conversación con EL MUNDO. En ese documento, Albares ya daba pistas en el prólogo sobre dónde centraría sus objetivos Exteriores: «España debe liderar el nuevo acercamiento de la UE a África. Somos el país más indicado para hacerlo. Podemos considerarnos un país bicontinental, ya que una parte importante de nuestra población y territorio están geográficamente situados en el continente africano y en sus costas», reflexionaba en el prólogo.
Según desarrolla Marín, «hasta ahora los intereses de España en África pasaban por seguridad o cooperación, eso continúa, pero ahora hay interés económico, es diplomacia económica lo que se busca en el África subsahariana». Parte de este cambio de paradigma lo ha acelerado la guerra de Ucrania que «ha puesto a los países africanos como alternativa de suministros energéticos». Otra de las claves que aporta Marín para entender este interés de los últimos años es que las megatendencias del mundo pasan por África: «Van a duplicar el tamaño de la población, y eso supone retos y mano de obra para Europa. También sufren los efectos del cambio climático», enumera.
«Durante décadas, nos hemos entendido muy bien con Iberoamérica pero no hemos prestado atención a África, que lo tenemos a 14 kilómetros», resume el periodista Alberto Rojas para analizar el interés por la región. Según él, la estrategia responde a una cuestión energética y de defensa, en lo que coincide Rosa Meneses. «El bloqueo al petróleo ruso y dejar de depender de ellos lleva a diversificar las fuentes de energía». En este sentido, España no tenía tanta dependencia de Putin, pero sí que los últimos viajes han servido para consolidar relaciones con proveedores de crudo y gas como Nigeria. También Angola es un exportador de petróleo, y España es su cuarto cliente internacional y el segundo europeo.
PUGNA CON RUSIA
Pero además de diversificar el suministro energético, más después de la crisis con Argelia motivada por el cambio de postura respecto al Sáhara que se materializó en el cierre del gasoducto del Magreb a España, la cuestión de defensa se torna en prioritaria. En varios países de África ya se han instalado milicianos Wagner que tras formarse en Rusia actúan como un ejército privado a las órdenes de Putin en países como Mali, cuya presencia ha obligado a Francia a retirar todas sus misiones allí, una decisión que España tendrá que tomar en algún momento. Marín explica que en África «están divididos respecto a Rusia», aunque la postura de algunos países sí evoluciona. Angola, por ejemplo, «se abstuvo en la primera votación de la Asamblea General de la ONU contra el ataque ruso a Ucrania pero en la segunda sí que lo condenaron». En el continente, tanto los aliados como Putin «luchan por controlar las narrativas», resume Marín. «Que Rusia no siga ganando territorios en África es fundamental», opina Rojas, quien cree que «es una estrategia de España, pero también de la UE».
De hecho, el afianzamiento de las relaciones de España con África Subsahariana es una prioridad también de la próxima presidencia de la UE, que encabezará España el segundo semestre del año. Así el propio ministro de Asuntos Exteriores afirmó el lunes: «Necesitamos una agenda pública con el Magreb y con África, convertir el Mediterráneo en un terreno de cooperación concreta para ambas sociedades», desarrolló. La frontera terrestre de Europa con África es la frontera española, y es la más desigual del mundo», reflexionó.