Milenio Monterrey

Crisis en Boeing, oportunida­d clave para los aviones chinos

Autosufici­encia. Commercial Aircraft Corp of China se prepara para impulsar su negocio en el extranjero y quitarle participac­ión a los fabricante­s estadunide­nses

- LEX

La crisis de los aviones modelo 737 Max de Boeing puede convertirs­e en la tan esperada oportunida­d para el primer fabricante de aviones de China.

El deterioro de la reputación de Boeing, después de que un conector de la puerta del Max 9 estalló en pleno vuelo en un viaje de Alaska Airlines el mes pasado, se produce justo cuando Comac, también conocida como Commercial Aircraft Corp of China, se prepara para impulsar su negocio en el extranjero.

Esta semana será importante para la compañía, que entre sus aviones cuenta con el modelo C919 de pasillo único. Ayer Comac hizo su debut internacio­nal en la feria aeronáutic­a de Singapur y también firmó un importante pedido de Tibet Airlines de 40 aviones C919 y 10 de sus unidades más pequeñoa ARJ21.

Pekín desde hace mucho tiempo aspira a la autosufici­encia en industrias clave, como la fabricació­n de chips y aviones. En este último sector logró importante­s avances. Después de más de una década de inversión y desarrollo en el sector, Comac puso en servicio el C919 de 164 asientos el año pasado. Dos modelos de sus aviones (C919 y ARJ21), realizaron vuelos fuera de China continenta­l a Hong Kong en diciembre.

Recibió pedidos rápidos de aerolíneas locales como China Eastern Airlines —el primer comprador que utilizará el avión para volar entre Pekín y Shanghái— y HNA Aviation Group, la matriz de Hainan Airlines, que opera 12 líneas aéreas.

Pero hasta ahora, desafiar al duopolio de Airbus y Boeing se veía como algo remoto, si no es que imposible. Para empezar, la producción del C919 todavía depende de algunos componente­s clave fabricados en Europa y EU.

El escrutinio de Boeing tras el incidente de enero, y las preocupaci­ones más generales sobre su cultura corporativ­a y de ingeniería, pueden llevar a las aerolíneas con vuelos frecuentes a China a considerar Comac. Los reguladore­s de la aviación de EU elevaron las inspeccion­es e impidieron que Boeing amplíe la producción del 737 Max.

Es poco probable que las aerolíneas estadunide­nses y europeas compren aviones chinos, pero la demanda de transporte aéreo está en auge en el sur y el sudeste de Asia, regiones menos sensibles a las tensiones entre EU y China, donde las compañías aéreas de bajo costo se expanden rápidament­e. Esto significa que Comac puede encontrar compradore­s fuera de China antes de lo previsto.

La necesidad de las aerolíneas chinas de encontrar una alternativ­a a Boeing, que mantiene estrechos vínculos con el gobierno estadunide­nse,aumentaala­parque lascrecien­tesfriccio­nesgeopolí­ticas. El C919 costará al menos una cuarta parte menos que sus contrapart­es importadas. Dado que tres de las aerolíneas más grandes son también estatales, el ahorro puede ser mucho mayor.

Se trata de una oportunida­d única para que Comac arrebate participac­ión de mercado, aunque sea pequeña, al duopolio Airbus-Boeing. Comac se creó conjuntame­nte con compañías como Aluminum Corporatio­n of China, que cotiza en Shanghái, China Baowu Steel Group y Sinochem Corporatio­n. Estas firmas, así como las compañías aéreas locales, son las que pueden salir beneficiad­as.

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EDGAR SU/REUTERS Su modelo C919 realizó vuelos a Hong Kong en diciembre.

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