Un día con falda
EDerechoste jueves en la Facultad de y Criminología hubo una peculiar manifestación en contra de un maestro que paradójicamente da la clase de Derechos Humanos, a quien acusan de discriminar a una alumna por el simple hecho de llevar falda a su clase.
Decenas de estudiantes (hombres y mujeres) llegaron a la escuela con esa prenda de vestir, en señal de protesta, pues la sociedad de alumnos convocó a todos sus compañeros a expresar su rechazo. Resulta que al profesor Rafael Díaz no le agradó el dress code de Joselin Guadalupe Torres Hernández, y la obligó a salirse de la clase. Esto por supuesto es un atentado contra su libertad, y más en estostiemposdondelosmuchachostienen sus propias modas.
En pleno siglo XXI es increíble que una institución educativa permita que losmaestrostratendeimpediralosestudiantes el acceso a un salón de clases porque no les gusta su vestimenta.
En el caso de Leyes, esto generó una discusiónquellegóayeralos pasillos de la facultad en Ciudad Universitaria, e incluso en las instalaciones del municipio de Linares, donde muchos desfilaron en falda.
Los alumnos anduvieron por toda la escuela gritando y pidiendo la destitución de Díaz, quien también ocupa un cargo administrativo. Le gritaban consignas como: “No te vas a caer, te vamos a tumbar. Tu nombramiento no te da impunidad”.
ElacadémicoeselsubdirectordeVinculación y por eso, dicen, la dirección no ha hecho algo al respecto, sin embargo, los chavos no se dejan intimidar.
Los chismes de pasillo aseguran que el cuñado del director Mario Garza es el encargado de seguridad, y lo recomendó porque lo tenía en la Comisión Estatal Electoral y además es karateca, disciplinaquetambiénélpractica.
Lo que muchos en la FacDyC piden es que Garza tenga más sensibilidadantelasdemandas estudiantiles, porque estos temas se resuelven dialogando sí, pero sobre todo con respeto a las libertades.
En algunos centros laborales, los empleados varones comienzan a usar prendas de vestir que antes eran exclusivas de las mujeres, pero los tiempos han cambiado y parece que algunos no le entienden.
La discusión llegó hasta los pasillos de la Facultad de Derecho