A dos años no hay vaso medio lleno, la crisis sigue
EMundiallviernesseconmemoraelDía del Agua, como cada 22 de marzo, desde aquel 1992 en que la ONU lo instituyó. Hace dos años, esta fecha sirvió como marco para el inicio de la crisis hídrica más dura de nuestros tiempos en Nuevo León.
¿Quéaprendimos?¿Quéhicimosdesde entonces? ¿Dónde estamos parados ahora y qué tan enterados estamos de la situación real?
Hay dos caras de la moneda: tenemos en apariencia un abasto garantizado, pero el agua se está acabando. No se necesita más que lógica simple para sostener el argumento.
Aunquesuenea“verelvasomediolleno o medio vacío”, la realidad es que no hay “agua nueva” en este tema.
Con la llegada de la primavera entramos al periodo de estiaje, donde históricamente el nivel de las presas comienza a disminuir por el descenso del caudal de los ríos, evaporación y el consumo humano.Enunañonormal,esteperiodose extiende hasta septiembre, salvo en contados años donde algún ciclón tropical o un temporal de lluvia extraordinario en junio o julio se revierte este descenso.
Ahora el panorama parece más complicado que en 2022 cuando el acumulado total era de 606 millones de metros cúbicos en las tres presas, contra el 2024 con un acumulado de 484 millones de metros cúbicos.
La diferencia del 2022 al 2024 es de menos 122 millones de metros cúbicos.
La presa La Boca tiene un nivel ligeramente mayor en este 2024, con 12.8 millones comparado con el 7.1 del 2022, sin embargo, este nivel no es representativo de una mejoría; es por el trasvase del agua de Cerro Prieto en los últimos meses.
Justo Cerro Prieto tiene un nivel similar al de marzo del 2022, que es de 25.7 millones comparado con los 27.2 millones en este 2024.
Los focos de alerta se encienden en El Cuchillo, que ahora es por mucho la fuente principal de abasto para la ciudad, pero ha disminuido considerablemente desdelos616millonesdemetroscúbicos en marzo del 2022 a los 444.4 millones en este 2024.
Cabe destacar que en las tres presas estamos muy por debajo del nivel histórico para marzo, como lo sostiene mi amigo y compañero Abimael Salas, jefe de Meteorología de Multimedios.
En resumen, gracias al segundo acueductodeElCuchillo,aúnsepuedegarantizar el abasto de agua para este año, pero corremos el gran riesgo de disminuir considerablemente el nivel y exponernos a un desabasto mayor en el 2025 y a una situación nunca antes vista.