¿Deporte por competencia?
Aunque muchos maestros y padres de familia están en contra de esto, “es una pieza básica de la sociedad. Practicar un deporte por competición ayuda a los niños a aprender a ganar y a perder, a tolerar la frustración, valores que les ayudarán por siempre en su vida adulta”, dice Córdoba.
Sin embargo, se sugiere que el ámbito competitivo se dé en la pubertad y adolescencia, pues si la iniciación se realiza prematuramente, en lugar de desarrollar una vida activa suele producir un abandono precoz del deporte y una mala experiencia.
Recuerda, en los primeros años (3 a 8 años), se sugieren actividades lúdicas y recreativas, que fomenten en los niños el hábito de moverse.