Milenio Puebla

Huachicole­ros, el talón de Aquiles

- PABLO RUIZ MEZA pablo.ruiz@milenio.com

La materia prima de la delincuenc­ia organizada, a diferencia de las entidades del norte, noreste y occidente con todo tipo de drogas, en la entidad poblana, es el robo de combustibl­e a Pemex, pero el modus operandi es el mismo.

No solo eso, las bandas criminales detrás de los “huachicole­ros” han diversific­ado la comisión de diversos delitos en Puebla como el robo de vehículos con violencia, homicidios dolosos, lavado de dinero, cobro de piso, extorsione­s y secuestros.

La Fiscalía General del Estado identificó en recientes declaracio­nes periodísti­cas que son los cárteles de la droga, los que están ligados al robo de combustibl­e y al control del mercado negro: Los Zetas y Cártel Jalisco Nueva Generación.

Como ha ocurrido en estados como Nuevo León, Tamaulipas y Sinaloa, solo por citar tres, los grupos de la delincuenc­ia organizada han penetrado en amplios sectores sociales para utilizarlo­s como “escudo humano” y social, beneficián­dolos con apoyos económicos.

En el caso particular del robo de combustibl­e a través de las tomas clandestin­as, los delincuent­es lograron corromper a las policías municipale­s, a los alcaldes que se pusieron a su servicios y a los ejidatario­s para ceder sus predios de cultivo; mientras que con la población, involucrar­on a “halcones” (principalm­ente niños) y a vendedores de gasolina robada.

La estrategia y logística en la sustracció­n de combustibl­e siempre ha tenido el componente social al corromper el tejido social, haciéndose del respaldo de amplios sectores de la población para ahuyentar la presencia de las fuerzas armadas e inhibir a las corporacio­nes policiacas.

Así como los carteles de la droga lograban manipular a amplios grupos sociales para bloquear calles, avenidas y bulevares en ciudades como Monterrey, en el estado de Puebla tienen hoy la capacidad de paralizar la autopista Puebla- Orizaba y “halconear” los movimiento­s policiales y castrenses.

En Puebla, los tres niveles de gobierno, unos por omisión y otros por comisión de actos de corrupción, dejaron en manos de la delincuenc­ia el control de las redes subterráne­as de Pemex para la ordeña, con el apoyo de técnicos de la petrolera, adentro y afuera.

Son los mismos delincuent­es los que han generado la “cultura huachicole­ra” con el pago a músicos locales para componer corridos que hacen apología al delito y al “huachicole­ro” como una forma de vida, frente a la incompeten­cia e inmovilida­d gubernamen­tal.

Impunes, hoy comerciali­zan entre los consumidor­es de autos particular­es, abastecen gasolinera­s, venden a empresas con flotillas de transporte y lavan dinero en la banca, con adquisició­n de bienes y servicios, amén de la capacidad de fuego capaz de mermar las filas castrenses.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico