Pemex hoy, mañana y los huachicoleros
Aquí comenté la semana pasada que los avances nacionales son pocos y mal informados, pues prácticamente todo lo ocupa la nota roja del país y del mundo.
Por eso en este lugar, que MILENIO me permite y mucho agradezco, reproduzco brevemente algunas informaciones dadas por Pemex sobre sus rendimientos durante el primer trimestre de este año, y hago diversas reflexiones.
Lo dado a conocer no es para echar las campanas a vuelo, porque una golondrina no hace verano, pero es ciertamente un estímulo para continuar con rectificaciones fundamentales en la conducción y operación de esa gran empresa, que deberá seguir siendo propiedad de la nación.
Mire usted: Petróleos Mexicanos tuvo un rendimiento positivo en el primer trimestre de este año por 87 mil 935 millones de pesos, siendo el segundo trimestre consecutivo que registra utilidades después de casi seis años con pérdidas.
Sumados los dos últimos trimestres arrojan un rendimiento positivo de 160 mil millones de pesos.
Estos resultados se deben, principalmente, a la apreciación del peso frente al dólar, a la recuperación del precio del crudo y al llamado gasolinazo.
Los dos primeros factores corresponden a fluctuaciones en el mercado internacional, pero los nuevos precios de los combustibles que eliminaron subsidios, nos dice el gobierno, constituyen una decisión de política pública necesaria aunque impopular.
Es cierto: el gobierno se vio forzado a pagar el costo político por una decisión repudiada por amplios sectores de la sociedad, pero están a la vista múltiples factores que condujeron a ella. Entre otros: A) el saqueo inmisericorde que durante toda su vida ha sufrido la empresa, a través de abusos en contratos grandes, medianos y pequeños. B) La utilización irresponsable de muchos de sus ingresos, destinándolos a gasto corriente del gobierno —no de la empresa— y a control político oficialista. C) La obsolescencia en sus equipos y el rezago al que se le sometió, frente a la inversión y tecnología que las demás empresas petroleras del mundo han sabido aprovechar. D) Su pasivo, su endeudamiento por UN BILLON 855 MIL MILLONES DE PESOS. O sea, 98 MIL 600 MILLONES DE DÓLARES. Cifra difícil de escribir y más difícil de pagar.
No nos engañemos: continuar con la limpieza y modernización de Pemex resulta impostergable. ¿Cómo? Aplicando la ley. Esa ley que exige perseguir a los corruptos; esa ley que establece medidas de prevención, vigilancia y trasparencia; esa ley que le permite asociarse con capitales privados, pero salvaguardando el interés nacional. Es largo y difícil el camino, pero no hay otro si de verdad queremos rescatarlo de la bancarrota y que sea una EMPRESA PRODUCTIVA DEL
ESTADO. Los huachicoleros solamente son manifestaciones de las enfermedades de Pemex y del país. M