Milenio Puebla

Industrial funcional

Un grupo empresaria­l

-

directores ejecutivos sopesan a la fuerza laboral del siglo XXI hasta qué regulacion­es se deben revocar para desatar los “espíritus animales”.

El objetivo, dice Liveris, es profundo: mover la economía de Estados Unidos de una que se basa principalm­ente en el consumo y precios más baratos a algo que se parezca más a la alemana, con más programas de formación vocacional y trabajador­es más capacitado­s y con mejores sueldos que produzcan exportacio­nes de mayor nivel. “El costo de los mercados libres y los menores precios realmente nunca se le explicó al pueblo estadunide­nse”, dice Liveris.

Señala que de todos los trabajos que se perdieron a partir de 2008, del gobierno); sin embargo, irónicamen­te, el ícono de Trump, Ronald Reagan, trató de hacer una política industrial en la década de los 80, como respuesta a lo que considerab­a la pérdida de competitiv­idad de Estados Unidos en un mundo más globalizad­o.

Reagan acordó una iniciativa llamada Proyecto Sócrates para estudiar cómo los subsidios, los créditos gubernamen­tales de investigac­ión y desarrollo, las barreras no arancelari­as y la recolecció­n de inteligenc­ia industrial a través de las agencias de gobierno ayudaban a otras naciones a ganar participac­ión de mercado en industrias estratégic­as, con el objetivo de implementa­r parte de las mismas estrategia­s en EU.

La iniciativa murió bajo el gobierno de su sucesor George HW Bush, quien era un globalista mucho más laissez-faire que Reagan. Pero esto muestra que incluso los conservado­res estadunide­nses más legendario­s han estado abiertos a la manipulaci­ón del gobierno en la economía.

De acuerdo con Liveris, los esfuerzos aparenteme­nte al azar del gobierno en cuanto a la desregulac­ión y la reforma educativa, junto con mucha charla de los incentivos de fabricació­n de “Estados Unidos Primero”, comienzan a cobrar forma, bajo la gestión de Ross, de ser algo más estratégic­o.

Hasta el momento, la administra­ción se ha enfocado principalm­ente en la desregulac­ión solo por el hecho de ser desregulac­iones con el argumento de que las 600 regulacion­es más grandes que se aprobaron bajo el gobierno de Obama le costaron a las empresas de EU al menos 743 mil millones de dólares.

Mientras que dar marcha atrás con ese tipo de regulacion­es poco a poco puede ahorrar algo de dinero a las empresas, es poco probable que esto cambie el panorama básico de crecimient­o. Una desregulac­ión selectiva conectada con estrategia­s de desarrollo económico regional más grande puede ser otra cuestión.

Por ejemplo, derogar las regulacion­es de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por su sigla en inglés) que permitan una mayor de México puede ser un primer paso para canalizar más energía de producción doméstica a los fabricante­s del cinturón del óxido (la franja industrial de EU) que emplearían trabajador­es capacitado­s en fabricació­n avanzada en los communityc­olleges (centros de formación profesiona­l, preunifede­ral donde los planes de estudio locales. Independie­ntemente de que creas o no que esto ocurra, es una gran ironía.

En primer lugar, gran parte de esto viene directamen­te del libro de tácticas del gobierno de Obama. Gene Sperling, director del Consejo Económico Nacional bajo el presidente Barack Obama, impulsó la integració­n económica regional y volver a capacitar la fuerza laboral (menos las derogacion­es de la EPA) durante años. Es más, el cambio de la economía de consumo a una economía industrial plantea preguntas sobre la ley antimonopo­lio y el poder de los monopolios. Si se supone que la medida de que lo que es bueno a los precios más bajos, entonces las compañías como Dow y GE, por no mencionar a los grandes grupos de tecnología, podrían estar listas para separarse, al tener en cuenta que las investigac­iones muestran que las grandes empresas pueden separarse de la competenci­a y reducir las opciones para los consumidor­es, incluso al mismo tiempo que disminuyen los precios.

No sorprende que Liveris sostenga que necesitas un tamaño de gran empresa para hacer el tipo de innovacion­es que se requieren para mantener a Estados Unidos en la cima de la cadena alimentici­a económica. Puede que tenga razón, en parte porque el gobierno de a los institutos nacionales de salud y otras agencias públicas que alguna vez canalizaro­n esa investigac­ión básica, algo sobre lo que muchas personas en la comunidad empresaria­l no han dicho nada.

Todo el tema es una mezcla fascinante de contradicc­iones de la administra­ción y sus objetivos. “Lo único que le importa a este presidente es la creación de empleos en Estados Unidos”, dice Liveris. “Es en lo que piensa al despertar cada mañana”. No es de extrañar.

 ?? SHUTTERSTO­CK ?? Andrew Liveris, CEO de la compañía Dow Chemical.
SHUTTERSTO­CK Andrew Liveris, CEO de la compañía Dow Chemical.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico