El “Slim egipcio” que quiere más negocios en México
¿Sabían que el empresario más importante de Egipto y el dueño de la petrolera privada más importante del mundo árabe tiene grandes negocios en el país... y que quiere más?
Se llama Salah Diab y es el único dueño de un consorcio de empresas en Egipto que equivalen a 25 por ciento del PIB de ese país.
“El jeque” o “el Slim egipcio” (como lo conocen en su entorno cercano) controla 70 por ciento de la agricultura de su país (con Pico Agriculture); es propietario de una red de gasolineras y tiendas de
retail (On the run); una red de panaderías (Lapoar); desarrolladoras inmobiliarias, distribuidoras de gas y es dueño además del periódico más importante de Medio Oriente: Al-MasryAl-Youm.
Pero uno de los principales negocios es el petrolero, a través de Pico Energy Group: tienen operaciones de exploración y extracción de crudo en África, Asia, Europa... y México.
“Nuestro primer contacto con Pemex fue hace siete años, en una feria en Houston donde Carlos Morales — entonces su director— se interesó en las plataformas petroleras que fabricamos para aguas someras (que tienen la ventaja de moverse muy fácilmente en el mar) para colocar en Cantarell”, me cuenta Mahmoud Mohamed Hamdy, abogado de la firma y su representante en México.
No solamente Pico vendió esa plataforma PICO IV (en 140 mdd) sino que se anotaron en licitaciones internacionales que estaba realizando la paraestatal a partir de un régimen de contratos integrales de exploración y producción (CIEP) que comenzaron a ofrecer a empresas privadas en 2008.
Bajo este formato, Pico ganó en 2012 el bloque de Altamira, un contrato a 30 años por explotación en tierra en una meseta de mil 625 km2 al sur de Tamaulipas que produce más de mil barriles al día. “Estamos a la espera de la migración de las CIEP al nuevo modelo de ‘socios de Pemex’ que creemos será antes de diciembre”, agrega el abogado.
Este cambio abriría la posibilidad de que Salah Diab trajera más negocios a México, sobre todo en el sector de retail, gasolineras y otros servicios petroleros.
“Hasta ahora la inversión en Altamira ha sido de 150 mdd pero si logramos migrar el CIEP tenemos un plan para invertir mucho más en México entrando a farm out con Pemex”, agrega Hamdy.
Para Salah Diab, que dejó en manos de su hijo Tawifk los proyectos en nuestro país, el mercado mexicano es “superatractivo por la seguridad política y el potencial energético”, afirma su abogado local, que suelta un dato no menor: Egipto es el inversor árabe más importante de México y lo mismo a la inversa.
En aquel país operan Cemex, Kidzania y desde hace unas semanas invirtió 50 mdd Grupo Carso (el mero mero Slim).