CERTIFICADAS POR EU, 56 DE 389 CÁRCELES DEL PAÍS
En los dos sexenios recientes apenas 56 de 389 centros penitenciarios en México han logrado cumplir estándares internacionales, pese a una inversión de cerca de 36 millones de dólares que se han destinado para su mejoramiento a través de la Iniciativa Mérida.
Además, la fuga de líderes del narcotráfico, como Joaquín El
Chapo Guzmán, de los penales de Almoloya y Puente Grande, prácticas como narcofiestas, motines, riñas y extorsiones se mantienen en las cárceles.
A fines de marzo pasado, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, llamó a los gobiernos estatales a atender de forma prioritaria el problema que enfrentan las prisiones y la crisis que se ha desatado.
“Aquí el llamado es a voltear a ver las prisiones y establecer orden y disciplina antes de que haya más situaciones que lamentar”, dijo Osorio ante procuradores y secretarios de seguridad pública del país. A partir de 2009 el gobierno de EU implementó un programa con el que se busca mejorar el sistema penitenciario mexicano, el cual incluye apoyo para que estos centros cumplan las normas internacionales y logren la acreditación que otorga la Asociación Americana de Correccionales (ACA, por sus siglas en inglés).
Esta certificación indica que el centro cumple con los estándares mínimos internacionales, que promueven el perfeccionamiento de todas las prácticas y políticas, que buscan crear en las prisiones un ambiente más seguro y humano para las personas privadas de su libertad.
Si bien la reciente narcofiesta de la que da cuenta MILENIO se realizó en un penal estatal que no cuenta con criterios internacionales, existen centros que a pesar de cumplirlos mantienen actividades que evidencian las deficiencias del sistema penitenciario mexicano. De acuerdo con el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2015, elaborado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), aún existen carencias para atender y prevenir incidentes violentos, además de que se mantiene la sobrepoblación en muchos de ellos.
El diagnóstico reportó que 35 por ciento de las mil 382 riñas registradas en las cárceles de todo el país se originaron en seis Centros Federales de Readaptación Social (Cefereso), a pesar de que éstos ya se encuentran avalados por ACA.
Además de que algunos de los centros penitenciarios que cumplen con los estándares establecidos por esta asociación estadunidense, que instaura 137 modelos internacionales centrales —40 obligatorios y 97 no obligatorios— han tenido observaciones alarmantes por la CNDH.