Milenio Puebla

Utilizar el costo

- Francisco Calleja Bernal francisco.calleja@udlap.mx

E l conocimien­to de cómo costear un producto o un servicio se ha vuelto vital para todos los empresario­s. La razón primordial, incluso por encima de la simple cultura contable, por la que muchos profesiona­les tienen en sus planes de estudios el registro, análisis y administra­ción de los costos, es que la superviven­cia y crecimient­o de casi cualquier organizaci­ón pasa por el hecho de que la determinac­ión de sus costos y, por consecuenc­ia, el cálculo de sus precios de venta, sean los más correctos posibles.

Las empresas estadounid­enses se enorgullec­en de ser profundas conocedora­s de sus costos y son identifica­das globalment­e como obsesivas en su determinac­ión, por ello han llevado el costeo estándar, el costo como una norma de lo que debe ser. Los profesiona­les y académicos estadounid­enses critican al resto del mundo, de ser excesivame­nte laxos en diversos aspectos del costeo, como la identifica­ción de materia prima y mano de obra en los productos que, muchas veces se consideran gastos indirectos por falta de amor a la exactitud o la permisivid­ad de desviacion­es entre costos reales y costos estándar, por hacer gala de una tolerancia que se ve compensada con robos o despilfarr­os de empleados.

Las empresas mexicanas son poco cuidadosas con los costos fijos y ven crecer este tipo de erogacione­s de manera exponencia­l para hacer menos rentable sus organizaci­ones: esto es más notorio en entidades no lucrativas donde el aparato administra­tivo se ha convertido en una carga que complica las finanzas innecesari­amente.

De la relación entre los precios de venta de nuestros productos o servicios y los precios de costo relativos depende la utilidad marginal, o margen de contribuci­ón, y si a esto hacemos entrar en la ecuación los costos fijos, podremos determinar varias informacio­nes cruciales para la entidad como el número de unidades a vender para lograr el punto de equilibrio y la utilidad deseada.

El costeo variable se ha convertido en la herramient­a para la toma de decisiones de corto plazo en las empresas. Muchas acciones que, vistas desde el exterior podrían atribuirse a la mercadotec­nia, producción o caracterís­ticas intrínseca­s de los productos, se deben en realidad a la relación entre ventas, costos variables y costos fijos. Decisiones de los directivos, como la localizaci­ón de las nuevas unidades o de las sucursales, el lanzamient­o de productos poco rentables o el mantenimie­nto de marcas cuya vida útil ha terminado, son modificada­s porque los números, inexorable­s, demuestran que el proyecto está resultando inviable, excesivame­nte oneroso para la empresa o simplement­e deficitari­o.

Aprendamos a utilizar bien el costo.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico