Venta de artículos robados, a la vista
En el centro de la ciudad se encuentra una de las zonas en las que los delincuentes dedicados al robo a transporte público y transeúnte pueden obtener dinero rápido por objetos como teléfonos celulares y tabletas electrónicas sin que ninguna autoridad supervise la legalidad de la compra venta de esos artículos.
Sobre la 8 Poniente, entre la 9 y 11 Sur, una decena de personas compran y venden teléfonos celulares, se instalan en pequeñas mesas en las que colocan los equipos sobre una franela para que en caso de que tengan que huir sólo recojan el pedazo de tela y escapen.
Ya son varios años y diferentes administraciones municipales que toleran el comercio ilegal de celulares que se hace, incluso, frente a elementos de la Policía Estatal y Municipal, quienes no hacen nada en contra de quienes venden y compran los teléfonos.
Cualquier persona puede llegar a vender un teléfono sin importar que pueda ser robado, no se le piden documentos que acrediten la propiedad, tampoco alguna identificación y la transacción se hace en efectivo, sin que pueda ser rastreada por las autoridades.
Los vendedores tienen desde teléfonos muy básicos hasta algunos de gama alta, por debajo del precio de venta en las tiendas legalmente establecidas o de empeño.
Este tipo de lugares se pueden encontrar en mercados como Independencia, La Unión, tianguis como el de Loma Bella, San Isidro, entro otros, en donde se comercializan artículos robados o ilegales.
Cabe señalar que desde 2015 en Puebla se establecieron reglas para que los artículos robados no llegaran a las casas de empeño, por lo que se exigió que los clientes, antes de recibir el dinero, deben presentar identificación y comprobar la propiedad de los artículos.