DOCENTE, PADRE Y MADRE, SACA ADELANTE A SUS HIJOS
Papá soltero da clases al norte de la capital y cuida a su hija diagnosticada con Lupus
Asus 33 años, Maximino Soriano Espinoza, tuvo que convertirse en padre soltero, no por elección sino por obligación, y hacerse responsable de sus dos hijos. En la actualidad, tiene 50 años y ha tenido que enfrentar el reto de ser mamá al mismo tiempo, pero a diferencia de otros casos, su desafío es mayor porque debe cuidar a su hija, hoy de 21 años, quien padece lupus.
“De un día para otro me convertí en madre y padre de dos pequeñitos de tres y seis años”, relata Maximino Soriano quien abundó que además de ir a trabajar a la escuela, con su banda de guerra, tenía que preparar los desayunos, vestir y peinar a su hija.
En el marco del Día del Padre, el también docente, con 28 años de experiencia, detalla el cambio que sufrió al hacerse cargo de su casa, y ser jefe de familia y maestro, al mismo tiempo.
“Yo me separé en 1991 de mi esposa, y a partir de ahí me hice cargo de mis dos hijos, sin la ayuda de nadie. Aprendí a trabajar y hacer las labores del hogar”.
Con la frente en alto, y sus ojos entre lágrimas, Maximino recordó lo complicado que fue acostumbrarse a que en casa, ya no estaría la figura materna, y que él debía convertirse en el apoyo de sus hijos, en festivales del 10 de mayo, y en los consejos que los menores necesitarían de una mamá, entre muchas otras cosas más.
Reconoció que fue complicado, y que se requirió de madurez, “pues si me caía, no iría a otro lado, comencé a repartirme en cada labor”.
Señaló que trabajaba en el Centro Escolar Gustavo Díaz Ordaz, pero debido a que tenía que estar más tiempo con sus hijos, optó por pedir su cambio, al Centro Gregorio de Gante, sin embargo por complicaciones y políticas de la Secretaría de Educación Pública (SEP), le fue imposible. Al final llegó al Centro Escolar Coronel Raúl Velasco, en la junta auxiliar de San Miguel Canoa.
“Llevo 28 años trabajando como instructor de banda de guerra, estuve 24 años y medio en el Centro Escolar Gustavo Díaz Ordaz, y ahora más de tres años en el Centro Escolar Coronel”.
Un reto más que enfrentar
Acompañado de su hijo de 18 años, Víctor Manuel, el profesor expone que si bien ya era complicado ser padre y madre a la vez, siempre lo hizo con cariño y esfuerzo, un nuevo reto le llegó a su vida, pues a su hija le diagnosticaron Lupus (enfermedad que ataca al sistema inmunológico, es decir las células y tejidos sanos, por error, dañan muchas partes del cuerpo), a la edad de los 19 años.
Visiblemente triste, recordó lo complicado que fue llevarla al doctor, sin la ayuda de nadie, y ver que los sueños de ella se vieron frustrados, pues ya no podía estudiar.
Pese a que el cambio que hizo del Centro Escolar Gustavo Díaz Ordaz al Coronel Raúl Velasco, fue para ahorrar dinero de transporte, y tener un fondo de ahorro para los estudios de su hija, esto se cayó, pues la enfermedad de su niña, hizo que este dinero se destianra a los medicamentos, y a las constantes visitas al doctor.
“Mi niño siempre fue un chico, muy activo, no tenía preocupaciones, pero a los 19 años, a mi hija se le detectó Lupus, y ha sido difícil porque al ya no estudiar ya no tiene derecho al ISSSTEP, y ahora se apoya en el Seguro Popular”.
El tratamiento, las consultas, los permisos diarios para acompañarla al doctor, no fueron impedimentos para descuidar su labor con la banda de guerra, pues asegura que siempre tuvo muy claras sus obligaciones.
No obstante, presume que pese a los compromisos de la escuela, nunca dejó de estar pendiente de sus hijos, y siempre en las tardes estaban juntos, “no soy moneda de oro, tengo mis defectos, pero siempre estuve pendiente de ellos, llegaba a casa, y si mi hija podía ella cocinaba, sino yo llegaba y cocinaba. Conté un tiempo con el apoyo de mi hermana, pero supe que la responsabilidad, siempre fue mía, así que seguí siempre con ellos”.
Con un notable orgullo, destacó que ese esfuerzo hoy se ve reflejado: su hijo Víctor saldrá este año del bachiller, y si bien su hija no puede estudiar, los tres son un apoyo para cada uno de ellos.
Es por ello que resalta que, día a día, con sus alumnos, les pide hacer conciencia de la responsabilidad que es convertirse en padre, pues de
Su hijo saldrá este año del bachiller, y si bien su hija no puede estudiar, los tres son un apoyo Día a día con sus alumnos, les pide hacer conciencia de la responsabilidad que es convertirse en padre