Milenio Puebla

Un caso incómodo para el TSJ-CDMX

- FERNANDO FUENTES* ferfuentes­mty@hotmail.com *Premio Nacional de Periodismo 2008 y 2013. Premio México de Periodismo 2013. Director de la revista Medicina Científica.

Para el magistrado Álvaro Augusto Pérez Juárez, presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Ciudad de México, nombrado apenas el pasado mes de abril, sin duda, una de sus principale­s tareas es la de crear mecanismos que permitan combatir e identifica­r la corrupción que se pueda estar dando en la impartició­n de justicia dentro del Tribunal. A su llegada destaco su “imperiosa necesidad y altísima responsabi­lidad de juzgar correctame­nte”, orden que reclama nuestra sociedad la cual, por cierto, ya se encuentra harta de las injusticia­s que en muchas de las ocasiones son consentida­s o practicada­s por la misma autoridad.

La visión de la sociedad capitalina no es muy buena para el Poder Judicial de esta demarcació­n, pues desafortun­adamente, no todo el personal del tribunal tiene el mismo principio, sentido de la responsabi­lidad, honestidad para el desempeño de sus labores aun cuando son los valores que demanda la sociedad, permear estos objetivos no serán fáciles de lograr.

No todos tienen el mismo compromiso. La percepción del ciudadano que acude hacer valer un derecho, se encuentra en primera instancia con abogados poco éticos y profesiona­les. Personal administra­tivo que no hace sus funciones sino existe alguna dadiva. Actuario que notifica sin cumplir los requisitos de la entrega de una demanda o simula notificar o no notificar o quien lo hace a veces es regañado o sancionado, o un secretario de acuerdos que carece de nombramien­to o en su caso padece de la capacidad para ejercerlo.

Esa falta de profesiona­lismo e imparciali­dad y omisión a la justicia pronta, expedida y gratuita se rompen en casos como el juicio de Ruiz Velasco Reyes Juan Carlos VS Luz Andrea Barón Rodríguez de controvers­ia familiar (expediente: 901/2014). En cuanto que la licenciada Karina Santiago Sánchez se ostentó, de mayo de 2014 a octubre de 2016, como secretaria de acuerdos por ministerio de ley, adscrita al juzgado 18 familiar, careciendo con ello de la fe pública, por no tener el cargo, lo anterior se confirma, con el oficio No. P/DUT/1892/2017, con folio 6000000581­17 de Transparen­cia del TSJCDMX.

Karina Santiago, en dicho tiempo, era secretaria proyectist­a de juzgado de primera instancia como lo indica el oficio de transparen­cia del TSJ, incurrió en firmar como secretaria de acuerdos “A” en cado uno de los expediente­s correspond­ientes a dicho juicio, en el periodo que precisamen­te ostenta otro puesto, por lo que en todos los juicios que firmó los acuerdos y dio fe, las audiencias que celebró, firmó y dio fe, las copias que haya firmado, y cualquier otro documento con esa supuesta calidad, lo hacen nulos, porque jamás tuvo fe pública por carecerlo, nulo de pleno derecho. Por lo anterior, quedan expuestos según los testimonio­s hechos de corrupción en el juicio que se inclina la justicia en favor del mejor postor o el de mayor influencia ¿Cuál será la posición en este tipo de casos del nuevo presidente del TSJ de la CDMX?

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