Osorio y su desesperada búsqueda de una explicación
El aumento de la violencia y, en particular, de los homicidios en los últimos dos años, ha hecho que el gobierno busque explicaciones hasta debajo de las piedras.
Algunas tienen alguna lógica, otras no tanto y otras parecen sacadas de la manga. Tal vez porque el tono de cómo lo han venido explicando está cargado de una intención política en el sentido de “nosotros no tenemos la culpa”, “nosotros lo hemos hecho bien”.
Apenas salieron las cifras de homicidios de mayo, el comisionado nacional de Seguridad, Renato Sales, y después su jefe, el secretario Osorio, salieron a dar explicaciones.
El enemigo favorito ha sido el nuevo Sistema de Justicia Penal. Tanto Sales como Osorio empiezan diciendo lo bueno y maravilloso que es, para inmediatamente endilgarle la culpa por el aumento de los homicidios.
El principal argumento es que la portación de armas de uso exclusivo no es, según las nuevas reglas, parte de los delitos que tienen prisión preventiva oficiosa, que los arrestados por este delito se van a la calle y ahí compran otra arma y se ponen a matar. Hay que aclarar que no quiere decir que todos esos presuntos delincuentes tienen que salir, no. Es una decisión discrecional del juez durante la primera audiencia según lo que la fiscalía les presenta.
Supongamos que esto es cierto, que son esos los que matan. Si lo sabemos, por qué no los agarran inmediatamente, y siguen sujetos a proceso. Y segundo: ¿se puede, en verdad, por dos anécdotas, achacarles a esos individuos el aumento en la delincuencia?
Una segunda explicación suena más vieja: el problema son los estados y municipios. El secretario Osorio utilizó una estadística imposible de verificar: “Según datos de quien genera estas cifras, quien las clasifica, del total de homicidios, aquellos que están relacionados con delitos del fuero común, pasaron de 3 de cada 10, en 2011, a 5 de cada 10, en 2016”.
Desde hace años, el gobierno ha dejado de publicar la cifra de homicidios “relacionados con el crimen organizado”. ¿Osorio sí la tiene? ¿Por qué no se hace pública? Hace mucho que el conteo de los homicidios y sus víctimas vienen de la misma base: la de los procesados en el fuero común, los homicidios en fuero federal son, proporcionalmente, insignificantes.
Pero tal vez lo más importante: que el problema eran las policías y fiscalías locales lo sabíamos hace años, ¿por qué no se hizo nada hace cinco años?
¿Y la coordinación?
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