“VAMOS A JUGAR A LA PERINOLA: TODOS PONEN!”
“¡A ver cabrones y cabronas, no les vamos a quitar sus celulares ni carteras, ni las escondan, pero a huevo van a aflojar monedas de cinco y de diez!”, exigen los ladrones a los usuarios del transporte público en un nuevo modo de operar
Ni un solo policía en ese tramo de Periférico a las 8 de la mañana, era día hábil. Los asaltantes abordaron el microbús que corre de Cárcel de Mujeres a Canal de Chalco. “¡Vamos a jugar a la perinola: tomo uno, tomo todo... todos ponen!”, gritaron.
El de ojos enrojecidos mostró una pistola que guardó en su pantalón. El de sudadera: “¡A ver cabrones y cabronas, no les vamos a quitar sus chingaderas de celulares ni carteras, ni las escondan, pero a huevo van a aflojar monedas de 5 y de 10!”.
“¡Mira banda, ni guardes tu celular” “¡Órale no se hagan pendejos con las monedas!”.
En menos de dos minutos obtu- vieron unos 200 pesos, al chofer no le quitaron nada ni lo amenazaron, bajaron y enseguida subieron a otro microbús. Después del susto, el miedo cede y Victoria siente una rabia que la recorre como pólvora encendida; es víctima por segunda ocasión de este modo de operar de delincuentes, solo que en otra ruta, en el centro de la capital. “¿Dónde está la policía y la autoridad de la Ciudad de México?”, reclamó. El delito es robo calificado agravado a pasajero a bordo de transporte público, y va a la alza en la Ciudad de México, según datos de la Dirección General de Política y Estadística Criminal de la procuraduría capitalina. Casi nadie lo denuncia porque en esta “modalidad” criminal, los asaltantes tienen estrategia: robar de a poco para que sus víctimas desistan de acudir a la agencia del Ministerio Público, admitieron funcionarios.
Según cifras de la procuraduría, el delito de robo a pasajeros en microbús —de alto impacto— aumentó en mayo de 2017; aunque solo se denunciaron 57 casos, en abril hubo 42 denuncias, y se reconoce la existencia de una cifra negra.
Más grave aún es que se disparó el robo en transporte, que incluye RTP, Tren Ligero y Trolebús, considerado de bajo impacto social. En mayo se presentaron 105 denuncias contra 60 de abril.
Gabriel Regino, penalista y experto en temas de seguridad, dijo que conforme a la mayoría de los códigos penales del país, el robo cometido a bordo de vehículo destinado al servicio público se considera calificado.
“A ello se suma que si para cometerlo se emplea la violencia física o moral, cuando se muestran armas de fuego, por ejemplo, ello lo agrava”, puntualizó.
Sostuvo que en consecuencia, las penalidades para los autores pueden ir de los cinco a los 15 años de prisión, sin importar el número de víctimas ni el monto de lo robado.
A Victoria no se le pasa la rabia sobre el asalto del viernes después de que el microbús pasó un puente en Ermita y Periférico. Sufrió otro asalto dos semanas atrás a bordo de un microbús que va del Metro Hidalgo a Marina Nacional, del que recuerda: “¡Vamos a jugar a la perinola!”.