2017, la plaga de las lesiones
El común denominador de este año para Chivas fueron las lesiones. Más allá de que quedaron campeones de Liga y Copa, el mayor éxito de Matías Almeyda y su cuerpo técnico fue que le sacaron provecho a sus suplentes, y es que desde finales de 2016 a la fecha 10 jugadores diferentes han tenido lesiones, unas de menor escala y otras que requirieron operación.
Los casos más sonados fueron la fractura de Isaac Brizuela ante Toluca y la de Carlos Cisneros, quien lleva siete meses tronado y de momento no se ve para cuando pueda volver.
Carlos Cisneros empezó mal el torneo. Ya que lo cerró lesionado y nadie dimensionó la magnitud de su molestia. Charal lleva ocho meses lesionado, sufrió una fractura por estrés y pasó por el quirófano. Aún no hay fecha de regreso para este jugador, pero se espera que pudiera ser por ahí de la jornada seis o siete. Cisneros estará casi 10 meses fuera de toda actividad profesional.
El caso más doloroso fue el del Conejo Brizuela. Se jugaba la Jornada 9 en casa, el 4 de marzo, y Rubens Sambueza se le barrió con fuerza desmedida, y lo tronó. La mala fortuna del Cone es que a estas alturas no ha podido recuperarse al cien por ciento. Brizuela se espera que esté a plenitud futbolística hasta finales de agosto, por lo pronto ha. Sido un calvario no contar con sus servicios.
Otro que visitó la enfermería fue Jair Pereira, el Comandante, salió de cambio por un problema muscular en la visita a Tigres y tuvo que estar parado una semana. El problema fue en el recto femoral izquierdo y por eso Jair se perdió un par de juegos con Chivas.
Parecía que no era cosa sería, pero al final el zaguero tuvo que para un par de semanas y no fue sino hasta la recta final del torneo que regresó en buena forma física.
Mientras tanto, Orbelín Pineda regresó tocado de la fecha FIFA y lo peor es que ni jugó ante Costa Rica y Trinidad y Tobago. El volante de Chivas volvió con una baja de juego. Nunca se confirmó si estaba tocado, pero sí llegó cansado y por tres partidos fue el primer cambio de Almeyda.
Pizarro contra Morelia jugó con una protección especial en el muslo derecho. Parecía que no era para mayores y de pronto sintió un pinchazo. El jugador pidió el cambio y sin él, El Rebaño se colapsó. Los partidos sin Pizarro el equipo se notó flojo y sin contundencia.
La mala suerte también es le ha jugado en contra al conjunto de Verde Valle. En ocasiones los jugadores se lesionaban solos. En la final de Copa Mx, el Chelo Zaldívar avanzaba contra la defensa del Morelia. El Chelito se torció solo el tobillo derecho y la lesión fue un esguince que lo dejó por lo menos fuera de cuatro compromisos, y cuando parecía que estaba para volver a las canchas, sufrió una recaída.
Otro caso que llamó la atención fue el de Eduardo López ,quien desde febrero sufrió una pubitis, entiéndase una inflamación en la parte baja del abdomen que lo obligó a jugar infiltrado un par de partidos.
A finales de abril el Aris Hernández se lesionó contra León. A los 30 minutos de juego el zurdo pidió el cambio y no pudo seguir en la cancha ante los Esmeraldas.
Se jugaba el segundo tiempo de la semifinal ante el Toluca y Carlos Salcido pedía el cambio, pero pronto regresó a la actividad y pudo jugar la ida ante los Tigres.
Por si fuera poco Alan Pulido se tronó en selección mexicana. Alan fue al choque y del impacto se fracturó el húmero del brazo derecho. Alan no será intervenido, pero se perderá casi todo el curso con El Rebaño, se hablan de cuatro meses para que vuelva.