La CdMx se pinta de negro
La semana pasada se vivió una jornada de violencia en la Ciudad de México, los enfrentamientos entre narcomenudistas y elementos de la Armada, dejaron un saldo de 8 presuntos criminales muertos y bloqueos en vías de Tláhuac e Iztapalapa, que pone en entredicho la seguridad de la capital del país.
Escenas de autos incendiándose y criminales abatidos por fuerzas armadas son más comunes en el norte del país, donde los cárteles de la droga se han enraizado en la población y ahora forman parte de su cultura, ciudades como Juárez, Tamaulipas, Tijuana o Culiacán son parte de la nota roja.
Estamos tan acostumbrados a ver estas escenas que nos hemos desensibilizado; sin embargo, cuando algo similar pasa en otros estados de la República como la Ciudad de México, los ojos del país se centran en saber qué está pasando y por qué las autoridades no actúan de manera oportuna.
El cartel de Tláhuac encabezado por el “El Ojos” había azotado al sur de la ciudad, controlaba el narcomenudeo, extorsión, secuestro y se caracterizaba por su violencia, se habla que tenía en su haber más de 18 ejecuciones. Con la pérdida de presencia del cartel de los Beltrán Leyva y la Familia Michoacana, el Cártel de Tláhuac pudo crecer y fortalecerse.
En 2011 cuando Mancera era procurador, ya había dado un golpe a “La mano con ojos” antiguo líder de esta organización y hoy como Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, declara que no hay cárteles que operen y que sólo son narcomenudistas.
En una de las ciudades más importantes del mundo y contando con los aparatos de inteligencia del gobierno, quedan muchas incógnitas, como que no conocieran de las operaciones que se realizaban en Tláhuac, que los mismos moto y bicitaxis que operan con el consentimiento del gobierno participaran en los bloqueos, que no previeran quien se quedó al mando después de la muerte de “La mano con ojos”.
La CdMx se ha convertido en la manzana de la discordia para la elección de 2018. Los últimos acontecimientos en Tláhuac gobernada por Morena, e Iztapalapa gobernada por el PRD generan una percepción de que en materia de inseguridad ningún gobierno es inmune a la delincuencia, independientemente de las siglas partidistas. Por otro lado, se encuentran las aspiraciones presidenciales de Miguel Ángel Mancera que se presenta como la carta del PRD a la silla presidencial y quien fuera procurador del DF antes de gobernar la capital del país, destacándose por su eficiente desempeño en ese cargo, lo que contrasta con su papel de gobernante de la Cd de México.
La importancia electoral de la CdMx también tiene que ver con su influencia en los municipios conurbados del Estado de México, lo cual quedó demostrado en la pasada elección estatal. Ante este escenario se puede esperar que la presencia de la delincuencia se acentué en los próximos días, lo que sin duda pinta un negro panorama para la izquierda como ejemplo de buen gobierno. Lo más lamentable es que los capitalinos sufrirán las consecuencias, ojalá este diagnóstico esté equivocado.