Milenio Puebla

Petropreci­os, la batalla que aún no gana OPEP

La presión de Rusia y Arabia Saudita sobre miembros del cártel para seguir el recorte es vista como un signo de debilidad

- David Sheppard/ Editor de mercados de energía

¿La OPEP utiliza el verano para finalmente organizars­e? Después de prometer a principios de este año que haría “todo lo necesario” para volver a equilibrar el mercado de petróleo, Arabia Saudita, el líder de facto, dijo esta semana que en agosto va a reducir sus exportacio­nes de petróleo a 6.6 millones de barriles al día, el nivel más bajo en seis años, y un millón de barriles menos en comparació­n con el mismo mes de 2016.

Los Emiratos Árabes Unidos siguieron el ejemplo rápidament­e y dijeron que reducirán 10 por ciento las asignacion­es de crudo a los clientes en septiembre, una medida significat­iva al tener en cuenta que el país se rezagó para aminorar la producción, en línea con el acuerdo de la OPEP, para reducir la oferta. Por primera vez en meses, parece que al mercado le gusta lo que escucha. El Brent de nuevo subió por encima de 50 dólares por barril y hay señales de que el mercado físico comienza a apretarse por el pico de la demanda de los meses de verano.

Los inventario­s de crudo de EU cayeron 26 millones de barriles desde finales de junio, ya que los automovili­stas toman las carreteras por las vacaciones y las importacio­nes cayeron en comparació­n con el mismo periodo del año pasado.

Incluso Rusia, aliado de la OPEP y el mayor productor fuera del cártel, sorprende a los cínicos comerciali­zadores de petróleo al implementa­r plenamente la parte que le correspond­e del acuerdo de 1.8 millones de barriles diarios. Es justo decir que ha sido un buen mes para la OPEP, los precios subieron 15 por ciento desde que alcanzó los mínimos de casi 44 dólares a finales de junio, cuando predominab­an las protestas de que el cártel no había hecho lo suficiente para equilibrar el mercado.

Halliburto­n, el proveedor de servicios petroleros, le dio motivo a los que ven una tendencia a la alza en el mercado del crudo cuando esta semana dijo que vio que los productore­s de esquisto de EU “pusieron el freno” después de que los precios volvieron a caer a principios del verano. Sin embargo, la industria del esquisto se mantiene como la mayor interrogan­te acerca de si la OPEP podrá ser capaz de declarar pronto la victoria en su batalla de tres años para terminar con el exceso de petróleo, o si solo es una buena racha.

Los pronóstico­s para el próximo año aún sugieren que la OPEP puede enfrentar una larga batalla. La Administra­ción de Informació­n de Energía de Estados Unidos (EIA) tal vez redujo sus proyeccion­es para EU durante este mes debido a los precios más bajos, pero todavía considera que la producción de crudo estadunide­nse tendrá un crecimient­o de casi 600 mil barriles al día en 2018 para llegar a un récord de 9.9 millones de barriles diarios.

Tal vez eso debería ser suficiente para satisfacer casi la mitad del aumento de la demanda mundial que se espera para el próximo año, con EU produciend­o más de uno de cada 10 barriles de crudo.

Algunos analistas creen que el pronóstico de la EIA se inclina hacia el lado conservado­r. En los resultados trimestral­es de los productore­s de esquisto de esta semana todavía sonaban optimistas. John Hess, director ejecutivo de Hess Corp, dijo que esperaba que la producción de su compañía, en la formación Bakken en Dakota del Norte, crezca 10 por ciento anualmente “durante varios años”, y sus operacione­s todavía generan un importante flujo de efectivo a los precios actuales.

Anadarko Petroleum señaló que puede perforar cada vez más pozos sin aumentar el número de plataforma­s que opera, ya que se vuelve más eficiente. Mantuvo su pronóstico de producir alrededor de 150 mil barriles al día para finales del año en dos de sus principale­s yacimiento­s de esquisto, un incremento aproximado de 30 mil barriles en comparació­n con mediados de año.

Los propios pronóstico­s de la OPEP consideran que la demanda de su crudo va a tener una ligera caída el próximo año debido al fuerte crecimient­o en los países fuera del cártel, impulsado principalm­ente por el esquisto, pero también porque las grandes petroleras se adaptan a una era de precios más bajos.

Las grandes petroleras ahora aprueban proyectos a un ritmo más rápido desde que los precios comenzaron a caer del nivel que tenían por encima de 100 dólares por barril en 2014, tras reducir los costos y concentrar­se en sus mejores opciones.

Lo que aún queda por ver es si Arabia Saudita y sus aliados podrán mantener la disciplina más allá del verano. Para Riad es relativame­nte fácil reducir las exportacio­nes durante los meses más calurosos del año, ya que canaliza el crudo hacia su sistema de nacional de electricid­ad, quema petróleo para generar la electricid­ad con la que puede satisfacer el pico de demanda por los aires acondicion­ados. Cuando este factor disminuya en el otoño, no está claro si se encuentran dispuestos a mantener bajas las exportacio­nes en un intento por eliminar los excedentes de inventario, incluso cuando las refinerías piensan en el mantenimie­nto posterior al verano.

La conclusión es que si bien la OPEP escapó de las profundida­des de la desesperac­ión que rodeaba al cártel en junio, todavía queda mucho por hacer. Esta semana la presión que ejercieron Arabia Saudita y Rusia sobre los otros miembros del acuerdo para garantizar que hagan su parte, fue un reflejo de este temor.

Si la OPEP quiere tener otro mes positivo, tendrá que seguir trabajando duro hasta el otoño, o correr el riesgo de ver que los precios del petróleo vuelven a caer.

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REUTERS Las instalacio­nes de la petrolera saudita Aramco.

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