Milenio Puebla

Socavón: ¿y la disculpa a Ruiz Esparza?

- Ricardo Alemán

Dice una definición clásica de noticia: “Noticia no es que un perro muerda a un hombre; noticia es que el hombre muerda al perro”.

Y vale la memoria porque hoy la noticia no es que el dictamen del socavón del Paso Express exoneró a Gerardo Ruiz

Esparza, titular de la SCT. No, la noticia es que hasta hoy ninguno de los cientos que insultaron a Esparza, que destruyero­n su imagen, la de su familia y que exigieron su renuncia, son incapaces de una disculpa.

¿Y por qué una disculpa? Porque sin prueba alguna, Esparza fue tratado como “perro del mal” por las redes y por cierta prensa que hace de MP, juez y verdugo.

Y si vemos la cara opuesta de la moneda, recordarem­os que los ciudadanos se quejan, con razón, del grosero “usted disculpe”, luego de abusos de la autoridad.

Pero ningún ciudadano es capaz de aceptar errores y abusos —sobre todo en tiempos de redes— cuando cometen idénticas arbitrarie­dades al señalar, acusar, condenar y asumir el papel de verdugos —sin pruebas a un servidor público al que queman en leña verde.

Y es que desde que el pasado jueves se conoció el dictamen de expertos sobre el socavón del Paso Express, no hay un periodista, analistas u opinante capaz de una disculpa por la alevosa madriza propinada al titular de Comunicaci­ones y Transporte­s.

Lo cierto es que en el delirio colectivo —y a partir de percepcion­es y sin pruebas— vimos el rostro del periodismo matón que acusa, enjuicia, sanciona y prende fuego al culpable imaginario. Hoy, el peritaje cerró la boca a miles.

Aún así, el viernes, sábado y domingo, la jauría de idiotas y otros que rinden culto a la infalibili­dad, regalaron a sus lectores la faena clásica: “Si la realidad no se ajusta a mi opinión, que se chingue la realidad”.

Tratan de desvirtuar un dictamen científico cuya conclusión es que el socavón resulta de una criminal omisión del grupo constructo­r de la obra, así como de una no menos criminal omisión de la delegación de la SCT, cuyo titular obtuvo el cargo a solicitud del gobernador de Morelos.

Es decir, todos los que después de la tragedia “madrearon” a Ruiz Esparza, que pidieron su renuncia, demolieron su imagen pública y lastimaron la de su familia… no han sido capaces de un “usted disculpe”.

Y es que el peritaje de los expertos es demoledor. La responsabi­lidad del socavón es del consorcio que, por ahorrar dinero, omitió “construir un embovedado” en el tubo de drenaje.

Dice el dictamen, en tres momentos: “El embovedado de la alcantaril­la que contempla el proyecto, con seguridad pudiera haber evitado el dislocamie­nto del tubo que ocasionó el taponamien­to de la alcantaril­la”. Y remarca “con seguridad”. Pero repite: “Sin embargo, de haberse embovedado el tubo, como lo señalaba el proyecto, hubiera sido un factor de protección de suma relevancia”… Lo mismo dice el dictamen en las conclusion­es.

Es decir, la empresa constructo­ra no hizo el proyecto como estaba diseñado y por ahorrar dinero no protegió el tubo con la bóveda diseñada en el proyecto de origen. Y, en efecto, también falló el delegado de la SCT, quien — debe insistirse— obtuvo el cargo gracias a los buenos oficios del gobernador de Morelos.

Y en el caso de las muertes, la responsabi­lidad recae totalmente en instancias de Protección Civil –municipal y estatal– que no aplicaron el protocolo. Y es que el padre y el hijo fallecidos no recibieron lesiones que comprometi­eran su vida, con motivo de la caída del automóvil en el que viajaban. Murieron por asfixia.

Además, el dictamen determinó que “el taponamien­to por basura” fue otro factor determinan­te de la tragedia. Y “no se hizo la recolecció­n de basura en los causes antes de la época de lluvias”. ¿Y a quién correspond­e ese trabajo? A la autoridad municipal.

Por último, si bien el dictamen dice que no existe evidencia de que se haya verificado la alcantaril­la por el consorcio constructo­r, lo cierto es que la SCT entregó a la Función Pública copia del dictamen de verificaci­ón de la alcantaril­la, realizado por SACC Ingeniera SA de CV. ¿Dónde está la responsabi­lidad de

Ruiz Esparza? Sí, tiene responsabi­lidad política, pero se determinar­á a partir de peritajes y deslinde de responsabi­lidades.

Por eso, y aclarado que la responsabi­lidad recae en el consorcio constructo­r, el gobierno federal analiza demandar “a quien resulte responsabl­e”, por daños a la imagen y el honor de los servidores públicos. ¿Por qué esa medida?

Porque se sabe que el consorcio constructo­r habría estimulado y/o pagado para desacredit­ar en medios a la SCT para desviar la responsabi­lidad.

Por lo pronto, es casi un hecho que el consorcio constructo­r perderá la licitación de la torre de control del nuevo aeropuerto.

Al tiempo.

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JUAN CARLOS BAUTISTA El secretario de Comunicaci­ones y Transporte­s, Gerardo Ruiz Esparza.
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