Real de Catorce fusiona
San Luis Potosí constituyó un comité que se encargó de defi nir el programa de actividades, en el que figura la propia directora de programación, cuya experiencia incluye haber organizado el Festival de Jazz de Aguascalientes durante varios años. “Se seleccionaron 11 grupos, en los que se advierte una gran diversidad —afirmó—. Por ejemplo, personalmente me gustan más las nuevas propuestas, que están incluidas, pero también estamos invitando grupos que tocan más en el estilo del swing y más clásicos, así como propuestas que mezclan el género con la música popular mexicana. Entonces tratamos de hacer un balance entre lo tradicional y lo novedoso para que podamos contar con públicos diferentes”.
De acuerdo con la funcionaria, al encuentro anual “asiste mucho público local, pero también visitantes del estado y de la región que vienen específicamente a los conciertos de jazz, sobre todo de Monterrey y de otros estados del altiplano, aunque también provienen de la Ciudad de México y otros lugares. Además de los seguidores de esta música, contamos con otro público que quiere conocer el Pueblo Mágico, un escenario extraordinario para este tipo de actividades culturales”.
Con una inversión de 800 mil pesos, el Jazz Fest de Real de Catorce ofrece todos sus conciertos de manera gratuita y al aire libre, indica Ramírez Gómez. “En esta ocasión estamos haciendo un esquema diferente de programación en lugares alternativos que antes no se ocupaban para este tipo de conciertos. Por ejemplo, estamos haciendo algunas presentaciones en el Palenque de Gallos, un lugar muy atractivo con un aforo para 900 personas, además de que es muy cómodo. También haremos actividades en el Jardín Hidalgo y otros en el Centro Cultural de Real Catorce, situado en la Antigua Casa de Moneda, aprovechando que tiene un piano acústico de media cola”.
La funcionaria afirma que Real de Catorce “constituye un lugar muy recurrente para los visitantes por sus atributos turísticos, como es su arquitectura, el Pueblo Fantasma, el Túnel Ogarrio y la Mina de Concepción, amén de su oferta gastronómica. A ello hay que agregar el atractivo de los conciertos de jazz y la magia que conlleva esta música.”