Atención: Violencia de género #NoEsLoMismo a Ideología de género
“No es No”, se lee en un cartel colocado en un vagón del metro de la Ciudad de México. Más adelante, en una estación se lee la definición de Bombón: “Es un dulce esponjado de azúcar. No una mujer”.
La campaña es parte de la publicidad de la editorial Larousse, que decidió hacer un poco de marketing social en contra del acoso callejero y el machismo que se vive a diario en México. Aunque la campaña se instaló en varias ciudades, resalta el caso de la capital del país, que ha dado la vuelta al mundo gracias a usuarios de redes sociales.
Se estima que más del 65% de las mujeres que usan el Metro han sufrido acoso en las instalaciones de este sistema de transporte. Las quejas formales apenas llegan a las 300 al año, lo que permite asumir que existe todavía un gran problema para hacer visible y para erradicar esta trasgresión. Larousse aprovechó esta problemática para darle exposición al fenómeno y, de paso, promocionar y difundir el uso de diccionarios. Una estrategia ganar-ganar, desde el punto de vista de la mayoría de los que nos hemos topado con información sobre la campaña.
Para muchas personas, a lo mejor es imposible imaginar al acoso callejero como un problema serio; sin embargo, el acoso en los espacios públicos es apenas la punta del iceberg en la normalización que hacemos del machismo en México. Quisiera creer que el departamento de Marketing de la editorial tiene plena conciencia que las campañas de este tipo no son suficientes para hacer frente a un problema tan “natural” en nuestra cultura; sin embargo, mientras más actores de la sociedad o la industria empiecen a denunciar o rechazar públicamente estos actos, mayores oportunidades de mejorar nuestra convivencia serán posibles. Por eso, palomita de acierto para Larousse y para quienes han hecho de esta campaña un tema de conversación cotidiano.
Por supuesto, no podía faltar la manchita en esta historia. A inicios de la semana se hizo viral una campaña “alternativa”, esta vez bajo la “autoría” del Frente Nacional de la Familia. Sin querer entrar en una discusión absurda sobre libertad de expresión; considero que es gravísimo que se use una buena campaña de mercadotecnia social para fines o intereses particulares. El FNF plagió “o intervino, dependiendo del lado o postura con la que los lectores se puedan identificar- varios de los carteles colocados por Larousse. Convirtió lo que era una excelente discusión sobre “violencia de género” en una discusión sobre “ideología de género”. Pero, vámonos por partes, que aunque parezcan dos temas similares, no tienen el mismo fin, aunque sí tienen la misma raíz: el machismo.
Por una parte, la violencia de género es el tipo de violencia generalizada y sistemática, normalizada, de un género (en su mayoría el masculino) hacia otro distinto, derivado de la necesidad de imponer poder o autoridad. Es decir, los piropos son violencia en cuanto a que trasgreden la libertad y privacidad de otra persona; y porque invaden el espacio público de la mujer. Las mujeres se sienten inseguras de salir a la calle, los acosadores se sienten poderosos sometiendo a una mujer desconocida y tienden a disfrutar esa vulnerabilidad.
En otro sentido, la llamada “ideología de género”, específicamente la que combate el FNF, se centra en la creencia “en este casode que se están restringiendo privilegios u obligaciones biológicos de los sexos, y sustituyéndolos por conductas que, de acuerdo al FNF, son “antinaturales”. Es decir, la violencia de género y la llamada ideología de género no son lo mismo.
Pero la discusión es importante: no se vale minimizar una discusión sobre violencia para colocar en la agenda social otra, sobre creencias. #NoEsLoMismo, como cuenta el eslogan de la campaña de Larousse.