Quinto malo
No escamotea Enrique Peña Nieto las más grandes tragedias de la República. Hizo bien en destacar las mayores: la inseguridad y la delincuencia nativa y la internacional que opera en México. Puede decirse justamente que se aludió lo principal y con verosimilitud.
Acosado por penurias internas y el nazi pato Donald Trump, hizo alusión a las tragedias nacionales. Como bien se dijo, son momentos muy duros para el presente y el futuro mexicanos. No obstante, el secretario de Hacienda y Crédito Público vio positivo el crecimiento de la economía el próximo año. Pero está distante el crecimiento de 5 por ciento que es imprescindible.
No las traen consigo los partidos políticos mexicanos. Los pleitos internos son fuertes y revelan inconsistencias y mediocridades. Así el pleito del PAN en el Senado con el desfalleciente y controvertido Ricardo Anaya, dirigente de Acción Nacional, quien ha sido imputado, dice él, indebidamente, como enriquecido con negocios confusos.
A pesar de que se reclama con sensatez que, ante la gravedad de las situaciones internas e internacionales, lo mejor que podría ocurrir sería, no solamente coordinación interpartidaria. El pleito en el PAN llega al punto de que el presidente del Senado, Ernesto Cordero, se haya visto obligado a rechazar que el pasado jueves haya traicionado a su partido.
Lo cierto es que las disputas del PAN han llegado al punto de que se dice que se trabó al Congreso de la Unión. No obstante se expresaron fuerzas en la Cámara de Diputados para imponer desacuerdos, evitar la renovación de la Mesa Directiva y crear confusiones en la entrega del Informe presidencial —que casi nadie conocerá y conoce puntualmente— y así el Informe será un documento ajeno, no se diga a la conciencia ciudadana, sino a su mínimo conocimiento.
Las divisiones panistas se incrementaron con el pleito de Ernesto Cordero.
Hay urgencia en integrar posición nacional, y no solo partidaria, frente al Tratado de Libre Comercio con América del Norte que encara las taras del presidente estadunidense. Los asuntos a encarar y negociar son muy serios, tal es el acceso a mercado de bienes, inversión, reglas de origen, facilitación comercial, medio ambiente, pequeñas y medianas empresas, transparencias y anticorrupción, entre otras. Habrán de encontrar transacciones, pues las pobrezas económicas, los desempleos y tragedias como la de Houston propician que en Estados Unidos como en México, no se diga Venezuela, violentan y desamparan a millones de personas.
El quinto Informe dio cuenta más bien de infortunios y de inmediatas y medianas condiciones desfavorables. Los arreglos entre grupos y partidos mexicanos se imponen ante la magnitud de la conflictiva nacional e internacional.