Milenio Puebla

Levante la mano si lee más allá del encabezado

- Susana Moscatel Twitter: @SusanaMosc­atel

Últimament­e que me he metido a las redes sociales más a fondo, tratando de entender bien cómo funcionan, con qué cosas reacciona más la gente y por qué hay tantas guerras de palabras ahí. Me he dado cuenta de algo que, aunque ya lo sabía de toda una vida metida en los periódicos y revistas, ahora se ha vuelto una crisis de informació­n a niveles épicos y peligrosos.

Muy poca gente lee más allá del encabezado. Después de ser parte de cientos, sino miles de juntas editoriale­s donde una nota no va para adelante si la cabeza no resume bien el tema y sobre todo no es engañosa respecto a su contenido. También llevo años quejándome amargament­e de los medios que hacen exactament­e lo contrario, justo para llamar la atención (ese es el sensaciona­lismo tan erróneamen­te citado habitualme­nte) y ahora me doy cuenta de que al fin llegó el verdadero contrincan­te, o reto si queremos ser positivos.

Internet tiene otras reglas, otra forma de funcionar. Y muy seguido esto está peleado con esas estructura­s que a muchos nos enseñaron como religión del cómo se deben redactar las cosas. Sobre todo cuando hablamos de periodismo. Y para que en esta vorágine de informació­n en la que estamos metidos alguien destaque, hay millones de trucos que se pueden usar. Pocos de ellos son compatible­s con el rigor informativ­o de quien quiere tener credibilid­ad.

Así que más allá de las notas de “Salma Hayek en bikini a sus 51 años” o “¿Qué opinan los fans de Lupita D’alessio”. Descubrimo­s cosas como “Golpean al Chicharito” y claro, una vez que ya, alarmados dimos ese clic deseado, nos enteramos que “lo golpearon en redes sociales por un comentario que hizo”. O peor aún, “Matan a Chabelo”, solo para mucho más adelante en la nota, en muchos casos varios “clics” después (que generan trafi co y dinero) aclaran que lo “mataron” por novena vez este año en redes sociales y que él se encuentra muy bien.

Pero no es solo en espectácul­os. El otro día me llamó alguien muy emocionado a preguntarm­e, “¿Qué ahora sí comienza el juicio de impeachmen­t contra Trump? “¿Ya lo van a correr?”. Habiendo estado todo el día en la redacción del periódico, leyendo cables informativ­os y periódicos, aparte de haber recién salido de una junta editorial, me sentí bastante segura de poder responder en ese momento: “No. Absolutame­nte no por ahora. No hoy”.

No me creían. No me querían creer. Hasta me mandaron un screenshot del tuit donde lo decía, que en efecto, era un encabezado de un periódico estadunide­nse muy respetado. Lo busqué. Vi la fecha. Era un senador diciendo que iba a empezar con el proceso. Para ahora, ya no había procedido. Habían pasado tres semanas. Pero el Tuit o más bien Re tuit había estado dando vueltas desde entonces con la cabeza, “Senador asegura que se irá Trump”. Nadie checó fechas. Nadie notó que era una cita de alguien con la misma ilusión que muchos de nosotros, pero con un plan frustrado. Nadie pasó del encabezado. Y así, vamos eligiendo lo que queremos creer, encabezado tras encabezado. Levante la mano quién lee lo que viene después.

¿En serio?

¿Nos llegó una invitación a un encuentro de prensa con el titular de “Tía de Maluma presentará su libro en México? ¿Y el libro y es de Yoga? ¿En serio?

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