El paquete económico 2018
El gobierno federal a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público entregó a la Cámara de Diputados el paquete económico 2018, que contiene la iniciativa de Ley de Ingresos, los Criterios Generales de Política Económica, y el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación.
El proyecto es una propuesta sobre la distribución y objetivos de los recursos públicos para el próximo año fiscal y ahora los legisladores tendrán que analizar, discutir y eventualmente aprobar, las medidas económicas para el siguiente periodo.
Para 2018, se estima un gasto neto de 5.2 billones de pesos, 2.2% más respecto al 2017. Así como un crecimiento económico entre el 2 y 3% del Producto Interno Bruto, el cual, en lo que va del año se proyecta que termine entre un 2 y 2.6%, lo que indica que tendría mayor crecimiento que este 2017.
El titular de la SHCP José Antonio Meade, dijo que el paquete “considera un marco macroeconómico realista” y “refrenda la política de austeridad”. Por lo que tomar el precio del barril de petróleo en 46 dólares, así como el cambio del dólar en $18.10 para el próximo año, indica que el gobierno se está tomando con precaución los cambios de los precios internacionales del petróleo y que establece un parámetro real de la política intercambiaría.
También se estableció que las prioridades para el próximo año serán la seguridad pública y los programas sociales de combate a la pobreza. Y la creación de un fondo de 200 millones para la protección de personas defensoras de los derechos humanos y periodistas.
En términos generales, la propuesta es viable; sin embargo, el próximo año es electoral, por lo que tendría que analizar el presupuesto para el INE, que tendrá que repartir a los partidos políticos millones de pesos para promoción, lo que no deja un beneficio directo a la población. Sin duda este será uno de los temas con mayor discusión, sobre todo por el surgimiento de diferentes iniciativas de la sociedad civil, que no sólo buscan una mayor fiscalización en el uso de estos recursos públicos, sino que cuestionan los cada vez más altos montos en materia electoral.
En cuanto a la asignación presupuestaria para programas, como Prospera, Oportunidades y la Cruzada Nacional Contra el Hambre, el debate se centrará en el uso y administración eficiente de recursos, ya que se presume que, en un año electoral, se pueden utilizar con criterios “clientelares”, lo que obliga al “blindaje” de programas en esta materia, para garantizar la transparencia en el manejo de los diferentes subsidios que brinda el gobierno.
Tal vez valga la pena que el presupuesto de 2018, considere una partida en lo que respecta a desastres naturales, derivado de las recientes experiencias, que son una llamada de atención a la clase política y a la sociedad en su conjunto, para atender con pertinencia, el mejoramiento y prevención de programas dirigidos a estos fenómenos que ponen en riesgo la vida y patrimonio de miles de familias, sobre todo en zonas marginadas.