Autos seguros se van a Europa, Japón y EU
En otros mercados los vehículos tienen equipamientos de protección que en América Latina no existen ni siquiera como opción, señala Latin NCAP
México produce automóviles con altos estándares de seguridad para los mercados de Europa, Japón y Estados Unidos, pero su mayor reto es replicar esa exigente regulación en vehículos destinados al mercado interno, apuntó Alejandro Furas, secretario general del Programa de Evaluación de Vehículos Nuevos para América Latina y el Caribe (Latin NCAP).
Dentro de la industria automotriz establecida en América Latina, la de México es la que más fácilmente puede convertir toda la flota que produce a unidades más seguras, pero el principal reto es la regulación.
En entrevista desde el Centro Técnico del Automóvil Alemán, donde se realizan las pruebas de choque en vehículos, señaló que América Latina enfrenta un rezago de 20 años en temas de seguridad de los coches comparado con Japón, Estados Unidos o países de Europa.
Tras una serie de pruebas del Latin NCAP sobre los niveles de seguridad que ofrecen los diferentes autos comercializados en la región, Furas afi rmó que los vehículos son iguales visualmente en comparación con Europa, pero se sabe que los distribuidos en los mercados locales son de menor calidad y menos seguros. “Se han demostrado diferencias importantes en seguridad. En Europa el vehículo tiene equipamiento que en América Latina no lo tenemos ni siquiera como opción”; además, hay diferencias en los materiales en cuanto a calidad, el proceso de soldadura es distinto e, incluso, se han encontrado casos en que la estructura del habitáculo es más débil y esto se hace para ahorrar dinero.
El especialista considera que la seguridad vehicular debe ser democratizada, es decir, sin importar el coche, América Latina debe acceder a niveles de seguridad mínimos, con el mismo derecho de un europeo, estadunidense o japonés. “Los gobiernos de la región no regulan, no priorizan normativas de seguridad. Los fabricantes pueden producir vehículos tan baratos como quieran y ahorrar tanto dinero en seguridad”, comentó el directivo de Latin NCAP. Sin embargo, enfatizó, esos autos baratos no tienen un mínimo de seguridad exigido por los gobiernos. “Lo peor es que los más baratos son los que más compra la gente”, y de acuerdo con Latin NCAP, la gran mayoría de los conductores en la región circula en autos cero estrellas, es decir, los que tienen la posibilidad de que alguno o varios de sus ocupantes, reciban lesiones que pongan en riesgo su vida tras un impacto.
A decir de Furas, ese problema se debe resolver mediante la obligatoriedad de requisitos técnicos que aseguren que cualquier vehículo vendido en México tenga un mínimo nivel de seguridad para los ocupantes, lo cual debería incluir protección ante choques frontal y lateral; protección evaluada con pruebas de choque en materia de control de estabilidad y protección de peatones.
Estudios de Global NCAP y Latin NCAP, apoyados por el Banco Interamericano de Desarrollo, revelan que se pueden prevenir hasta 440 mil muertes La NOM 194, que obliga a las automotrices a vender unidades nuevas más fiables, en vigor en 2019 y lesionados severos, además de ahorrar hasta 143 mil millones de dólares en América Latina si se adoptan las regulaciones básicas en seguridad vehicular de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Su regulación establece que un vehículo cumple con las normas cuando sus ocupantes superan los límites de riesgo de vida tras un choque frontal a 56 kilómetros por hora; en tanto, Latin NCAP otorga su máxima calificación, cinco estrellas, a los autos que ante un choque a 64 kilómetros por hora en iguales configuraciones de la ONU, los ocupantes terminen con una integridad física próxima a ciento por ciento.
En 2016 en México se produjeron 3 millones 465 mil autos, de los cuales 79.8 por ciento se exportó principalmente a EU y Canadá, de acuerdo con la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz.
En México la primera regulación que obliga a contar con elementos de seguridad, la Norma Oficial Mexicana 194, fue publicada en mayo de 2016 y otorgó a las automotrices un periodo de gracia de 4.5 años para cumplirla, por lo que será hasta 2019 cuando se obligue por regla a tener autos nuevos más seguros.
Stephan Brodziak, coordinador de la campaña de seguridad vehicular de la organización Poder del Consumidor, dijo que hasta 2020 se tendrá la obligación de vender autos con pruebas de impacto frontal y lateral y con un sistema de frenos antibloqueo.
También señaló que se necesita una norma más estricta, porque se quedaron fuera sistemas de retención infantil, protección a peatones, anclajes del cinturón de seguridad y sistema de control de estabilidad.
Rafael Tucci, ingeniero de Latin NCAP, agregó que una recomendación es que la región adopte la regulación de la ONU, aunque también se debe trabajar para tener un laboratorio de pruebas de choque en la región.