Amazon desarrolla conectado a su asistente virtual
Amazon trabaja en su primer dispositivo wearable (ponible): unos anteojos inteligentes que permiten convocar a Alexa, su asistente virtual, en cualquier momento y lugar, de acuerdo con personas familiarizadas con los planes.
El dispositivo, que unirá de manera inalámbrica a un smartphone, se diseñó para parecer un par de anteojos normales, así que se podrán usar cómoda y discretamente, dijeron esas personas.
Un sistema de audio de conducción ósea permitirá al usuario escuchar a Alexa sin tener que insertar audífonos en sus oídos. Los anteojos no son el único próximo lanzamiento de Amazon para Alexa.
El grupo con sede en Seattle también dijo que expande su línea de hardware “de casas inteligentes” con un nuevo sistema de cámara de seguridad para el hogar. La cámara conectada a internet se unirá a sus productos Echo, y por ejemplo permitirá a la gente ver video en la pantalla Echo Show, además, a los clientes de Amazon, ver cuando los pedidos que realiza en el sitio se entregan en su puerta.
Uno o los dos productos se lanzarán antes de que termine el año, junto con las actualizaciones de los dispositivos de Echo, dijeron las personas con conocimiento de los planes de Amazon. La compañía no quiso hacer comentarios.
Si bien Amazon ya pasó por una buena cantidad de fracasos, entre ellos el teléfono Fire, cuyo fracaso de alto perfil terminó con una pérdida de 170 millones de dólares, éxito de los dispositivos Alexa animaron el empuje de Amazon para los hogares.
La proximidad a los clientes y la capacidad de escucharlos y responder a sus necesidades, hace que los dispositivos Echo sean un portal clave para Amazon.
La compañía vendió “decenas de millones” de dispositivos compatibles con Alexa en todo el mundo. Los planes para Alexa muestran que Amazon está dispuesta a asumir riesgos en nuevas tecnologías y duplicar sus apuestas en áreas de éxito comprobado.
Las cámaras de seguridad conectadas a internet ya son un pilar de las casas inteligentes. Los productos de grandes compañías, entre ellas Nest —propiedad de Alphabet—, Netgear y startups como Ring, August y Lighthouse demostraron que una cámara para el hogar puede ser un accesorio popular incluso si los dispositivos para las casas inteligentes batallan para conectar con los consumidores de la corriente principal.
Al sigiloso equipo de desarrollo de productos Lab 126 de Amazon se le dio la tarea de estudiar el mercado de las casas inteligentes para ver qué otros dispositivos podrían tener sentido para que los construya la compañía.
Sin embargo, lanzar un par de gafas inteligentes fue una medida arriesgada e inesperada, teniendo en cuenta la categoría casi no está probada con los consumidores.
Google Glass se introdujo con gran fanfarria en 2012 pero se descartó antes del lanzamiento para el consumidor general, debido a preocupaciones sobre la privacidad, el precio y el desempeño.