Un acuífero contaminado
La planta de tratamiento diseñada en un instituto potosino puede procesar 12 mil litros de agua por hora y dejarla útil para riego o consumo humano
La estrategia es realizar perforaciones en la zona para determinar la distribución del contaminante dentro del acuífero: primero se extrae la fracción pesada y se colocan barreras para la contención del contaminante.
El segundo paso consiste en extraer el agua, a la cual se da un tratamiento por procesos fisicoquímicos para remover hidrocarburos que puedan estar disueltos o en forma de micelas. De manera particular, la planta de tratamiento diseñada por los doctores del Ipicyt tiene la capacidad de proicesar hasta 12 mil litros por hora.
En caso de ser necesario se realiza un tercer paso, que consiste en oxidar los restos de hidrocarburo soluble que pudieran encontrarse después al finalizar los dos pasos anteriormente mencionados, esto con el fin de alcanzar la concentración mínima de contaminantes y poder reingresar el agua al acuífero. Rangel Méndez señaló que “el agua que se purifica se puede utilizar para el riego de áreas verdes. Incluso si se le diera un proceso un poco más avanzado, podría utilizarse para consumo humano, pero la idea de nuestro trabajo solo consiste en reinyectarla en el acuífero”.
Una vez que el hidrocarburo es separado del agua, este se debe manejar de forma especial, ya que al contacto con el agua y con el paso del tiempo, se inicia un proceso de degradación que imposibilita su reutilización.
Con el desarrollo de este proyecto, en donde se vincula el sector académico con el industrial, se generaron procesos tecnológicos específicos para contribuir a la solución de un problema tan grave como la contaminación por hidrocarburos.