“Quise agradecer el rescate de mi familia”
Los cuerpos se cocían con el calor, dice Marco Gil, quien perdió a su esposa e hija
La fotografía del soldado mexicano que llora tras localizar entre los escombros los cuerpos de una mujer y una bebé, y que se viralizó en internet, es ya una de las gráficas más crudas del temblor del pasado 19 de septiembre, pero también entraña una historia aún más dramática y conmovedora.
Marco Gil Vela, fotógrafo profesional y maestro universitario, padre y esposo de las personas que fueron extraída de entre los escombros, recuerda que la razón por lo que esa y otras fotos del momento existen, es porque su tío acudió al lugar del derrumbe para acompañarlo y retrató el momento para conservarlo con el fi n de documentar los hechos.
En entrevista, Gil Vela considera que la foto misma entraña el drama que se está viviendo en Jojutla y otros municipios de Morelos, y otros estados del país, donde muchas personas quedaron atrapadas entre los escombros, donde murieron por el golpe del concreto al caer sobre ellos, o cuando esos escombros materialmente “cocían” a la gente al permanecer expuestos al sol durante tanto tiempo.
Marco, con su vista puesta en cualquier cosa, dice que desde que supo cuál era la circunstancia del lugar, ya podía imaginar lo peor. Un rescatista le pidió que se esperara a un costado porque por ahí iban a salir los vehículos, sin embargo, lo que vio solo hizo confi rmar sus presentimientos: “Vi dos camillas y no vi una ambulancia con la puerta exterior abierta; solo vi una patrulla”. “Mi primo Zeus se acercó y me dio a la niña”, relata de manera sobrecogedora. “Luego me la quitaron y trataron de darle resucitación”, pero ya no fue posible revivirla.
La niña Sara Sofía de casi un año de edad —quien iba a ser bautizada el pasado 23 de septiembre— y su esposa Zamara Betsabé, de 25 años, fueron sepultadas este fi n de semana en Jojutla.
Tras el nuevo y doloroso episodio, Marco vio las fotos de su tío Salvador Kellerman. Y subió una a las redes sociales para hacer público el rostro del soldado que trató de salvar con vida a su familia, pero que fi nalmente las rescató de entre los escombros, lo cual de inmediato se viralizó.
Salvador Kellerman, profesor y autor de la fotografía, dice a MILENIO que cuando tomó la fotografía, no tenía otra intención más que documentar el momento “para lo que se ofreciera”.
Indica que siempre con su cámara al hombro, acude a los lugares a retratar momentos, como éste. La fotografía que se hizo viral es parte de una secuencia donde la cara del soldado no es tan clara.
Entiendo su valor, porque también puede mostrar la cara que el Ejército ha perdido: el sacrificio por la población.