Tlaliyolo: Arqueología de los sismos. Parte II
Los efectos que tuvieron los sismos sobre las antiguas poblaciones de México debieron ser impactantes y quedaron registrados en sus mitos, magia y religión, que plasmados en sus monumentos, esculturas y pintura, esperan pacientemente la profecía de la destrucción del ‘Quinto Sol’, recuerdo de un futuro incierto, que nos alerta a tomar las providencias para enfrentar un cataclismo, que si bien no podemos evitar, si podemos prepararnos para su llegada”.
“A pesar de que esto es sólo una profecía, las investigaciones de la Geología, la Geofísica, la Sismología y la Geomorfología aplicada al estudio de los sismos en nuestro país, así como la misma historia sísmica, han determinado la probabilidad de que en el futuro haya una eventualidad de esta naturaleza, máxime que se ha determinado una recurrencia sísmica en la que cada 32 o 56 años, se puede desencadenar un sismo de dimensiones mayores, que los que cotidianamente afectan a la zona del centro sur de la República Mexicana”.
“Así, aunque han sido decisivas las aportaciones de la ciencia mexicana e internacional en el estudio de los procesos sísmicos, es evidente que estamos muy lejos de predecir con certeza el desencadenamiento de un fenómeno de este tipo, o mejor dicho el margen de incertidumbre en el que se determina la previsión de un sismo es tan amplia que puede llegar a ser hasta de cientos de años. Si bien, esta precisión puede ser aceptable para el geólogo, no sirve de nada o casi de nada para quienes se encuentran en la zona de afectación prevista. Aunque los sismos no son aleatorios, su sucesión en el tiempo y en cada una de las regiones no se debe al azar, sino que parece obedecer a cierta regularidad sumamente compleja, que aún no ha sido desentrañada”, aseveró el geólogo, Rodríguez Guerrero.
“Una forma de reducir esa incertidumbre de cientos o de miles de años es recurriendo a la historia sísmica, ya que de alguna u otra manera, este tipo de eventos nunca pasan desapercibidos, pues desgraciadamente los efectos en mucho de los casos han sido devastadores, no sólo por las pérdidas materiales, sino por la pérdida de vidas humanas con la consiguiente huella que deja en los pobladores, son lo que siempre queda registrado en los archivos. Aunque son obvias sus limitaciones, los archivos son de un inmenso valor, pues son un recurso irremplazable para comprender la lógica temporal de estas catástrofes”, explicó en exclusiva Marco Vinicio, académico del IPN y la UNAM en el área profesional de Riesgo Geológico y Geotécnico.