Cataluña a palos
Para Savater, la votación del 1 de octubre es una “agresión a la ciudadanía de los españoles” y confió en que “los ciudadanos catalanes no vuelvan a sus privilegios feudales”... Oigan, también cree que el gobierno ha tenido responsabilidad en haber llegad
Gil no da crédito y cobranza. Rajoy ha impedido a fuerza de palos el referendo ilegal de Cataluña. Gamés medita: nada, que se desarregle a golpes represivos podrá resolver un diferendo político, sobre todo si en la orilla de la protesta lo que tiene usted, lectora y lector, es una multitud de personas que lo que quiere es depositar un voto en la urna, aun cuando sea un impulso absurdo independentista. Los colegios electorales de Cataluña han desafiado al gobierno llamando a una votación ilegal, correcto, pero si el resultado de ese desafío son unos 800 heridos y una clima de asedio, algo anda muy mal. La Generalitat, informa su periódico
El País, consiguió abrir la mayor parte de los 2 mil 315 colegios electorales. Desde muy temprano, la Policía Nacional desalojó los colegios en Barcelona y las principales ciudades. Y así empezó la violencia represiva. Gil tiene una idea firme respecto a los nacionalismos, pues no sirven sino para dividir y acrecentar odios ancestrales, pero si se trata de contrarrestarlos golpeando ancianos y arrastrando por el asfalto a ciudadanos que desean votar, así sea una votación ilegal, no cuenten con Gamés.
Savater
A Gil se le cocían las habas por conocer la opinión de Fernando Savater, a quien Gamés lee y considera un escritor de fuste y fusta. Savater ofreció una conferencia de prensa en la Asociación de editores de Madrid con motivo de la concesión del Premio Antonio de Sancha, en esa ocasión (ción-sión- ción) le preguntaron sobre la votación del 1 de octubre y él respondió que se trata de una “agresión a la ciudadanía de los españoles (…) Espero que no se celebre, que los ciudadanos catalanes no vuelvan a sus privilegios feudales (…) No existe tal cosa como Cataluña, hay ciudadanos de un estado español”.
Oigan esto que leyó Gilga en el sitio Huffpost: para Savater, el gobierno ha tenido cierta responsabilidad en haber llegado hasta la propuesta del referendo debido a su política de inmovilismo en los últimos años: “Se ha hecho muy poco, se ha transigido mucho y se ha dialogado otro tanto. De haber tomado decisiones antes, muchos de los personajillos que hay por allí estarían ahora en la cárcel, que es muy educativa”.
Savater volcó las ollas y se refirió a los intelectuales, a quienes llamó cobardes: “Yo creí que no había tanta cobardía hasta que viví en el País Vasco. Una cobardía generalizada, también en los intelectuales. Los intelectuales son como las putas, que vivimos de gustar, y nadie quiere dejar de gustar, aunque signifique arrastrarse en el fango”. Así como lo leen. ¿Cómo la ven?, dicho esto sin la menor intención de un albur polémico.
Vargas Llosa
En la presentación de su nuevo libro,
Conversación en Princeton (Alfaguara, 2017), Mario Vargas Llosa respondió a pregunta expresa: “el referéndum no tendrá lugar y es un disparate absurdo (…) un anacronismo que no tiene nada que ver con la realidad de nuestro tiempo, que no está por la construcción de nacionalidades, sino al contrario, por el desvanecimiento de las nacionalidades dentro de grandes organizaciones comunes como Europa, una de las grandes creaciones democráticas (…) Mi esperanza es que Gobierno tenga la energía suficiente para impedir el golpe de Estado”.
Al gobierno de Rajoy no le ha faltado la energía para impedir el referendo. Gil quiere leer qué opina Vargas Llosa de esa energía. La cosa se ha descompuesto y no queda más que recordar una vez más a Albert Camus. La prensa lo asediaba, le pedía una respuesta definitiva acerca de la grave crisis violenta que se había desatado en Argelia: bombas, tiros, muertes, represión. ¿Usted que ha hecho para intervenir en este conflicto terrible, en esta crisis, le preguntaban a Camus. Y el escritor contestaba: “para empezar, no empeorarla”.
¿Deben arreglarse los conflictos políticos a palos, con balas de goma, a toletazos? Gil hesita: si del otro lado hay violencia criminal, quizás, pero si lo que vemos son hombres y mujeres que quieren depositar un voto en una urna para un referendo aun cuando sea ilegal, la imagen es simple y sencillamente impresentable en una democracia. O qué: ¿aceptamos que las golpizas pueden persuadir a los ciudadanos disidentes, aun cuando la disidencia sea un absurdo?
Balzac en el mullido sillón: En las grades crisis, el corazón se rompe o se curte.