Una nueva forma de vida
H ace algunos días, escuchaba en un grupo de Alcohólicos Anónimos a una persona que, al darle información a alguien que acudía por primera vez, expresó una frase que se me hizo muy interesante y cierta: el programa de los 12 pasos, además, de ayudarme a dejar de beber, es una filosofía de vida que podría ser seguida, incluso, por personas que no tengan problemas de alcoholismo.
Quienes conocen los grupos anónimos pueden dar testimonio de que los 12 pasos escritos por los viejos veteranos de AA y sus cofundadores, Bill W y el doctor Bob, y que ha sido considerado en algunos sectores como el milagro del siglo XX, ha transformado sus vidas ayudándoles a superar la adicción y ofreciéndoles una nueva forma de vivir completamente diferente a la que llevaban cuando estaban atrapados en el consumo descontrolado y sus conductas dispendiosas y desordenadas.
Una vida útil y feliz, y el descubrimiento de la alegría de vivir, son dos de las promesas que se cumplen para quienes practican como forma de ser los 12 pasos de recuperación.
Y en efecto, este programa ha sido traducido en filosofía de vida, que incluso ha sido adaptado con diferentes fines y es utilizado en diversos grupos, como los familiares en AlAnon, Narcóticos Anónimos, Jugadores Anónimos, Codependientes Anónimos, Comedores Compulsivos Anónimos y muchas más agrupaciones que han encontrado una fórmula para vivir en paz, en armonía y en recuperación de sus respectivas patologías.
La admisión de su enfermedad, el reconocimiento de las consecuencias de la misma, el descubrimiento de una fuerza superior en la que se puede depositar su vida, el restablecimiento de la paz interior y una mejor relación consigo mismos; la reparación de daños y la construcción de nuevas relaciones con los demás y la invitación a un camino espiritual, entendido como una nueva forma de ver la realidad, son las claves de este programa que, adicionalmente, es seguido en casi todos los centros de atención calificados en todo el mundo.
Axiomas de formación como el “solo por hoy”, “poco a poco se va lejos”, “primero lo primero” y el “vive y deja vivir”, son conceptos que al abrigo de esta nueva forma de comportarse, se convierten en herramientas no solo para dejar de consumir alcohol o drogas, sino para relacionarse mejor consigo mismos, con los demás y eventualmente con sus creencias.
Acaso no se ha descubierto el hilo negro con este programa, pero lo que si es cierto, es que además de salvar millones de vidas de adictos y sus familiares, encierra una filosofía que sustituye al egocentrismo y los miedos, por conceptos de sabiduría milenaria que permiten a los seres humanos encontrar su plenitud.
Y como dicen en los grupos de familias de AlAnon, todo está forma de vida es para que yo empiece por mí.