Milenio Puebla

MENOS NARCOGUERR­A, PERO MÁS ROBOS EN DURANGO

En 5 años los homicidios dolosos cayeron 60%, pero a la par aumentaron delitos del fuero común que afectan a las familias

- POR JAVIER VEGA

Las autoridade­s lo presumen: Durango es el estado donde más disminuyó la violencia en los cinco años recientes. Y es verdad: los asesinatos con arma de fuego han caído 60 por ciento de 2012 a la fecha, según estadístic­as oficiales. Su tasa de homicidios está por debajo de la media nacional y es idéntica a la de entidades con baja incidencia, como Puebla y Quintana Roo. Pero los duranguens­es no están del todo tranquilos...

Es cierto que aquí ya no viven con el terror de los años 2010 y 2011, cuando Durango tocó fondo y se convirtió en una zona de guerra. Pero los meses recientes han sido complicado­s: la percepción de seguridad está siendo golpeada por una nueva ola de delitos. Disminuyó la violencia de la delincuenc­ia organizada, pero aumentaron los robos.

Se trata de una “migración delictiva”, según el Consejo Cívico de las Institucio­nes (CCI). Su director, Marco Antonio Zamarripa, explicó a MILENIO: “A medida que el homicidio doloso fue disminuyen­do, quizá algunos grupos —en la fragmentac­ión que hubo— empiezan a dedicarse a otro tipo de actividad delictiva, y eso explica el repunte en los delitos del fuero común”.

Las cifras más recientes del Sistema Nacional de Seguridad Pública revelan que entre enero y agosto de este año más de 2 mil 200 casas fueron robadas en Durango. Esto representa un incremento de 25 por ciento en las denuncias respecto al mismo periodo del año pasado. En algunas colonias, la situación es particular­mente adversa.

Es el caso de Villas del Guadiana, donde los vecinos se han organizado para hacer frente a los ladrones. Cooperaron para instalar cámaras y alarmas, además de mantas con la advertenci­a: “A la persona que se le sorprenda en actitud sospechosa o robando, se le partirá su madre”.

María Leticia Rivas, una de sus representa­ntes, aseguró que solo en su calle han vaciado seis casas en los últimos meses. Por eso, los habitantes de esta zona popular amenazan con subir el tono de sus acciones. “Si agarramos a un ratero lo vamos a amarrar de un poste y si no viene la policía, con la pena, tomaremos justicia con nuestras propias manos”, advierte.

El gobernador José Rosas Aispuro no niega la problemáti­ca. En entrevista con MILENIO confirma: “Nos hemos conservado en los crímenes de alto impacto, pero sí hemos crecido en delitos menores que afectan y lastiman a las familias”.

El mandatario, quien recién cumplió su primer año en el cargo, asegura que el repunte obedece a una situación regional y nacional, “pero indudablem­ente que en Durango son los delitos donde tenemos un mayor reto”.

La modalidad que más creció fue el robo a negocios. De enero a agosto pasado se denunciaro­n casi mil atracos, 58 por ciento más respecto a 2016. Por eso, algunos organismos empresaria­les exigen mayor seguridad.

“Nos sentimos desprotegi­dos”, dice a MILENIO el presidente de la Canirac en Durango, Alejandro de la Peña. “Hemos acudido a instalar sistemas de alarma y a tratar de protegerno­s como empresario­s, pero la responsabi­lidad es de las corporacio­nes policiacas”.

Según la Canirac, la mayoría de los robos a sus agremiados han ocurrido durante la noche, cuando los restaurant­es están cerrados. “Fuerzan las ventanas y las chapas para entrar y vacían los negocios”, detalla el empresario.

Para hacer frente a la ola de delitos patrimonia­les, el gobierno de Durango equipa y capacita a nuevos elementos de la Policía Estatal. Su estrategia incluye generar confianza en las denuncias, y si funciona, los números podrían aumentar, pero se estaría combatiend­o el flagelo.

“Yo quiero que lo que se da en las estadístic­as sea lo que realmente está sucediendo”, agrega el gobernador.

Mientras tanto, los duranguese­s viven su nueva realidad: menos guerra narca, pero más robos.

 ?? HUGO ARMANDO LÓPEZ ?? Una manta con la que vecinos intentan inhibir a los delincuent­es.
HUGO ARMANDO LÓPEZ Una manta con la que vecinos intentan inhibir a los delincuent­es.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico