MÚSICOS RECONOCEN LABOR DE ALEJANDRO SÁNCHEZ
Destacaron que se quitaba la camisa por el prójimo, y así defendió a sus compañeros músicos mientras dirigió el sindicato de estos ejecutantes en la CTM
El cariño de sus compañeros músicos, hayan o no tocado con él alguna vez y, por supuesto, de sus familiares fue expresado por docenas de personas que se reunieron en la misa de cuerpo presente, que se le rindió a Alejandro Sánchez Bonilla, quien nació en la Angelópolis, en abril de 1962 y falleció el pasado lunes 9 de octubre. Su esposa Gaby, sus hijos Gabriel Alejandro, Luis Daniel y Valeria, encabezaron el acto lleno de música que, alegre de reconocimiento y despedida, no pudo evitar las lágrimas de los asistentes.
“Hombre abundante en todo lo que dio”, leyó una empleada de la funeraria después de la celebración eucarística, cuando algunos de los dolientes comenzaron a hacer guardias de honor antes de que Alex, como todos le conocían fuera conducido al crematorio. Aun cuando su ahora viuda y sus hijos lloraban, era evidente el orgullo de haber tenido ese padre. Gaby no dejaba de llorar, pero sonreía cuando leyeron los pasajes más humanos de su esposo, escoltada por dos de sus hijos, y éstos, si bien lloraban, sobre todo la joven Valeria, mantenían la cabeza en alto.
La sala donde se celebró la misa se llenó rápidamente. El retrato que mostraba a un Alejandro sonriente atraía las miradas; músicos, hombres y mujeres, llegaban y llegaban, y no podían, ni querían disimular su emoción. Afirmaron con la cabeza cuando la empleada funeraria recordó cómo Alex se quitaba la comida de la boca, se quitaba la camisa por el prójimo, y así defendió a sus compañeros músicos mientras dirigió el sindicato de estos ejecutantes en la CTM.
Sus compañeros músicos tocaron y cantaron durante la misa; acabando ésta, entonaron “Cuando un amigo se va”, y al finalizar no hubo quien no llorara. Después llegaron los mariachis y se arrancaron con “El rey”. Pocas veces se ve en un velorio tanto amor y respeto por una persona. Alejandro parecía sonreír aún más desde la foto a color colocada a un lado del altar. Nadie podía dejar de mirarlo y compartir el amor que él compartió con ellos. A las 18:00 horas, en Cholula, fue la fiesta en grande entre sus compañeros músicos, en su honor, con mucho gusto.